Entre su vecina Bizkaia y haciendo frontera con Francia, Gipuzkoa se abre al mar Cantábrico ofreciendo sus más de 80 kilómetros de costa a todo el que se anima de descubrir la belleza de sus paisajes marcados por el contraste entre el mar y la montaña. Guipúzcoa (en Castellano) posee playas para todos los gustos entre las que cuesta elegir. Urbanas, semi vírgenes entre agrestes rocas, en forma de arenales dorados, con elegantes paseos, en parajes singulares o perfectas para la práctica de deportes náuticos.
Junto a sus históricas ciudades, pueblos con encanto, puertos marineros, montes de vegetación exuberante y, por supuesto, excelente gastronomía… hay algo más que quizá te falte por descubrir de esta espléndida provincia vasca: las playas más bonitas de Gipuzkoa desde Hondarribia hasta Mutriku.
La Concha, Donostia
Imposible empezar por otra playa que no sea La Concha, en San Sebastián, porque es una de las playas más famosas y mejor valoradas de toda España (y del mundo). Todo un emblema de Donostia, capital de Gipuzkoa, la Concha, en la preciosa bahía de la que toma el nombre, es una playa urbana, símbolo de elegancia y sofisticación desde que, a mediados del siglo XIX, la realeza y la aristocracia la eligieran para tomar aquellos primeros baños de mar de entonces.
En la actualidad, la playa, de arena fina, tiene una extensión próxima al kilómetro y medio y luce como una maravillosa postal, mirando de frente a la isla de Santa Clara y protegida por los Montes Urgul e Igueldo.
Corazón de San Sebastián, cuenta con múltiples servicios y con un glamuroso paseo marítimo adornado con su inconfundible barandilla. El club náutico en un extremo, el bello edificio del ayuntamiento donostiarra, el bonito balneario de la Perla, originario de 1912, o el Palacio Miramar, en el extremo opuesto del paseo, son solo alguno de los puntos de interés que forman parte del entorno de una de las playas más hermosas de Gipuzkoa.
Ondarreta, Donostia
Comparte con la Concha la magnífica bahía, aunque está separada de su famosa compañera por el acantilado del Pico del Loro, punto ideal para contemplar la fuerza del Cantábrico cuando éste se decide cobrar protagonismo. Es también una estupenda playa donostiarra, de algo más de medio kilómetro de longitud, ideal para pasear, tomar el sol, darse un buen baño y practicar numerosos deportes, desde el vóley playa, hasta el surf cuando las olas invitan.
Zarautz
Por longitud, es la playa más extensa del País Vasco y sus curiosas casetas – toldos, de listas blancas y azules, con aires ‘belle epoque’, crean una de sus estampas más características. La bonita villa de Zarautz, con su magnífico casco histórico lleno de edificios interesantes a nivel artístico y arquitectónico, tiene, también un magnífico paseo marítimo siempre de lo más animado, que enmarca a la perfección la que es, sin duda, una de las mejores playas de Gipuzkoa.
Tiene dos kilómetros y medio de arena dorada y es un espacio abierto, donde las olas del Cantábrico se despliegan para alegría de los surfistas, a los que esta playa vasca gusta especialmente, ya que, aquí tienen lugar distintos eventos y competiciones a lo largo del año.
La playa cuenta con todos los servicios para disfrutar de un día junto al mar combinando a la perfección las ventajas de una playa urbana, con ese aire de arenal en medio de la naturaleza, entre acantilados coronados por exuberante vegetación, que logran crear una postal perfecta.
Itzurun, Zumaia
El paisaje que ofrece esta playa es sin duda uno de los más espectaculares que vas a encontrar en la costa guipuzcoana. Se encuentra en la localidad de Zumaia y se trata de un arenal de algo más de 250 metros que surge entre llamativos acantilados que alcanzan alturas de más de 150 metros. Sus paredes verticales, en tonos blanquecinos por tratarse de roca caliza, llaman la atención y se encargan proteger la pequeña playa del oleaje que, con frecuencia, es de intensidad moderada -fuerte.
Itzurun tiene un halo especial, ya que, sus particulares paredes rocosas caen al mar formando parte del fenómeno geológico denominado flysch, líneas rocosas que emergen de la arena y muestra los distintos estratos que se han originado durante los periodos de formación de la propia tierra. La erosión de las olas del mar ha ido dejándolos al descubierto creando, así, un extraño y fantástico paisaje.
Esta es una playa familiar, de arena oscura, que ha sido escenario de la famosa serie Juego de Tronos. Desde la ermita de San Telmo, en lo alto del acantilado, tienes una de las mejores vistas.
Hondarribia
La playa de Hondarribia, casi en la misma desembocadura del río Bidasoa, está muy próxima a la frontera francesa (desde ella, se puede ir en barco a Hendaya) y es un arenal de casi 1 kilómetro que se convierte, cada verano, en un destino vacacional de primer orden. Las vistas de la bonita bahía de Txingudi hacen que el día de playa en Hondarribia sea un éxito seguro tanto si el objetivo es relajarse a la orilla del mar, como si la idea es aprovechar para practicar algún deporte.
Si Hondarribia, en el extremo más oriental de Guipúzcoa, es uno de los pueblos más bonitos de Euskadi, su playa de arena fina, aguas transparentes y protegida por su popular espigón, es también uno de sus principales atractivos, especialmente en la época estival.
Zurriola, Donostia
La playa de la Zurriola, también en San Sebastián, tiene estilo propio y es la favorita de los amantes del surf. Se caracteriza por su ambiente joven y siempre animado y se ubica en pleno barrio del Gros, entre los emblemáticos cubos del palacio de Congresos de el Kursaal y el monte Ulia.
La Zurriola, como se suele llamar a esta playa que posee un punto transgresor, tras las obras de mejora realizadas en los años 90, es, en la actualidad, un estupendo arenal, con buenos servicios y donde suele predominar el oleaje algo fuerte y mucha diversión.
Saturrarán, Mutriku
Es una de las playas más bonitas de Gipuzkoa y posee, además, su propia leyenda. Se encuentra en el extremo oeste del municipio de Mutriku, formando parte de la bahía de Ondárroa, Incluida en el impresionante Geoparque de la Costa Vasca. En un bello entorno en el que la naturaleza muestra su lado más indómito, la playa es un arenal dorado de unos 300 metros limitado por un cordón rocoso del que sobresalen dos grandes peñascos que destacan en el conjunto armónico del paisaje.
Cuenta la leyenda que esas grandes rocas surgieron de la unión de Satur, un marinero que se hizo a la mar en un día de tormenta y no regresó, y Arán su joven amada que, viendo que él no volvía, pidió al mar que también se la llevase a ella. En esta playa prácticamente virgen se puede ver un antiguo caserío y también hay un camping cercano. Tiene zona nudista.
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