A un lado, el Mar Mediterráneo en su versión más encantadora. Al otro lado, las montañas que transmiten, según la perspectiva, los últimos o primeros recuerdos de los Pirineos. Argelès-sur-Mer disfruta sin lugar a dudas de una ubicación privilegiada y la ha sabido aprovechar para convertirse en el paraíso de los amantes de los campings y de aquellos turistas que buscan playas, tranquilidad y algo más.

Hemos viajado hasta el sur de Francia, a la región de la Occitania y a la comarca histórica del Rosellón, para conocer esta pequeña villa a escasos kilómetros de la frontera española. Un rincón que es necesario visitar para conocer mejor una triste parte de nuestra historia reciente y que nos ha sorprendido por su diversidad de paisajes y atractivos. Descubre con nosotros Argelès-sur-Mer, el lugar donde los Pirineos se encuentran con el Mediterráneo.

Así es Argelès-sur-Mer

Playa de Argelès – Foto de Clement Sarthe

Cuentan las leyendas que Argelès-sur-Mer fue fundada por el legendario Hércules. Obviamente, esto forma parte del mito, pero lo que sí sabemos con toda seguridad, gracias a los numerosos dólmenes que se han encontrado en el área, es que la zona ha estado habitada desde hace mucho tiempo.

En la actualidad, Argelès-sur-Mer se divide en dos zonas bien diferenciadas. Por un lado, tenemos “La Villa”, que comprende el casco antiguo y algunas zonas residenciales más recientes y que se ubica en el interior a escasos kilómetros del mar. Aquí encontramos los principales monumentos de la ciudad.

El más destacado es la iglesia de La Prats Notre-Dame, una construcción del siglo XIV que define la silueta de Argelès gracias a su bonito campanario de 34 metros de altura. Muy cerca de aquí, podemos visitar la Casa de les Albères, que alberga un interesante museo sobre la cultura y tradiciones de la región.

Y, por otro, se encuentra “La Playa”, una zona más moderna que se sitúa a lo largo de la extensa playa de la localidad y el puerto. Dentro de esta parte podríamos incluir también una pequeña área conocida como “Le Racou”, una bonita playa de piedra y algunas antiguas casas de pescadores que estaría ya muy próxima a la vecina Colliure.

Campings, playas y senderismo

Paseo del Litoral

Argelès-sur-Mer es un auténtico paraíso para los amantes de los campings y un lugar ideal para introducirse en esta forma de viajar si nunca lo has probado antes. La ciudad llegó a tener más de 70 campings hace unos años, de los cuales sobreviven en la actualidad unos 40 que ofrecen alternativas para todo tipo de viajero. Campings de cinco estrellas con bungalows de lujo, pequeños campings familiares, zonas de acampada, áreas para auto caravanas … Opciones para todos los gustos y todos los presupuestos que se concentran, en su mayoría, a muy pocos minutos del Mediterráneo.

Yo tuve la suerte de estar alojado en uno de los bungalows de Le Dauphin, un negocio familiar que ha conseguido alcanzar la categoría de cinco estrellas gracias a la calidad de sus instalaciones. Se trata de un amplio recinto en plena naturaleza que se divide en diferentes partes con bungalows de varios tamaños, áreas para acampar y otras zonas preparadas para auto caravanas junto con una zona común que incluye dos enormes piscinas, varias tiendas y un restaurante donde disfrutar de una buena oferta gastronómica y divertidas actividades de ocio durante las noches. Resulta imposible aburrirse en este bonito camping que ha sido siempre gestionado por la misma familia.

La playa principal de Argelès es un inmenso arenal que se extiende durante más de siete kilómetros y nos permite disfrutar de una playa de arena fina y aguas tranquilas sin peligro de masificaciones en ningún momento del año. A lo largo de la misma encontramos diferentes zonas de ocio y algunos interesantes restaurantes o clubes de playa como el Nouvelle Vague Beach Club con su famoso corazón, que se ha convertido en uno de los lugares favoritos de los instagramers en la ciudad.

Le Racou

Merece la pena darse un paseo junto a la playa en un camino que discurre al comienzo por un precioso pinar y se convierte luego en un paseo marítimo con carril bici incluido. Recomendamos llegar hasta el Puerto de Argelès para disfrutar de una bonita estampa marítima y continuar hasta la otra playa destacada de la ciudad, conocida como Le Racou.

Esta amplia cala de gravilla y piedras, también de agua tranquilas, es el lugar perfecto para disfrutar de un bonito atardecer. En la calle que avanza en paralelo a la costa encontraremos un buen número de restaurantes y bares para tomar algo cuando cae la tarde.

Castillo de Valmy con Argelès al fondo

Los amantes del senderismo encontrarán multitud de opciones en los alrededores de la ciudad. Junto al mar se extienden, por ejemplo, los conocidos como senderos del litoral que nos invitan a descubrir toda la zona costera y nos llevarán hasta pueblos vecinos como Colliure o Port Vendres. Si preferimos la montaña, dos buenas opciones son las rutas que parten desde el bonito castillo de Valmy, una construcción del siglo XIX que es uno de los mejores ejemplos de Art-Noveau del sur de Francia y que hoy en día alberga un bonito hotel.

Otra visita obligada para disfrutar de la naturaleza y acercarnos a la historia más antigua de Argelès es la Reserva Natural de la Massana, un espectacular bosque que abarca más de 300 hectáreas y protege uno de los ecosistemas más particulares del sur de Europa. Los más valientes pueden ascender hasta la Torre de la Masane, uno de las edificaciones militares que coronan la sierra y que servían como puntos de control de la frontera con España.

La Ruta de la Memoria

Homenaje a los exiliados republicanos españoles

Como adelantábamos en la introducción, Argelès-sur-Mer es tristemente recordada por su participación involuntaria en el final de la guerra civil española, en uno de los episodios más terribles de nuestra historia reciente. Todo estalló durante los primeros meses de 1939, cuando cientos de miles de exiliados atravesaron la frontera francesa huyendo de las tropas rebeldes que estaban ganando la guerra en un fenómeno que los franceses conocen como “La Retirada”.

La mayoría de ellos terminaron recluidos en una serie de campos de concentración que se levantaron de forma improvisada en esta parte de la costa francesa y tuvieron que tratar de sobrevivir en unas condiciones inhumanas. El primero de estos campos, y el mayor de ellos, se levantó en la playa de Argelès-sur-Mer, una ciudad que durante algo más de tres años tuvo que dar respuesta a una tremenda emergencia humanitaria para la que no estaba ni mucho menos preparada. Se calcula que más de cien mil exiliados españoles pasaron por este campo, en el que también estarían luego encerradas otras víctimas y exiliados del este y norte de Europa a causa de la expansión nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Tras algunas décadas de silencio culpable, la presión de organizaciones por la memoria histórica y de diferentes historiadores terminó convenciendo a las autoridades de Argelès-sur-Mer sobre la necesidad de trabajar en la recuperación de la memoria histórica. Gracias a este esfuerzo, la ciudad cuenta en la actualidad con diferentes puntos que recuerdan este suceso histórico y homenajean a las víctimas en la denominada Ruta de la Memoria.

Museo Memorial del Campo de Argelès

El mejor lugar para comenzar este recorrido es el Museo Memorial del Campo de Argelès. Aquí podremos conocer mejor la historia, entender los motivos que llevaron a esa situación y la evolución del campo durante estos años. El pequeño museo hace un recorrido desde la Guerra Civil Española, con un completo panel cronológico y un mapa interactivo, para entrar luego a explicarnos cómo era el duro día a día en el campo y cómo fue la vida de estos refugiados, muchos de los cuales terminaron quedándose a vivir en esta zona.

Otros puntos de la Ruta de la Memoria son el “Cementerio de los Españoles”, que recuerda a las personas que fallecieron en el campo a causa de las malas condiciones, aunque se desconoce cuál pudo ser la cifra total. Un árbol homenajea de forma especial a los niños que también murieron durante ese periodo. Al otro lado de la playa, en donde se ubicaba la puerta sur del campo, un monolito homenajea también a los republicanos españoles que tuvieron que exiliarse, muchos de los cuales se unieron a la resistencia francesa contra los nazis y terminaron recluidos de nuevo en campos de concentración como Mauthausen.

Gastronomía y vinos en Argelès

Mercado de Argelès

La privilegiada ubicación de la ciudad le permite también contar con una gran variedad de materias primas y productos de kilómetro cero que aportan un toque diferencial a la gastronomía local. Entre los más reconocidos, destacan los vinos de la zona y especialmente los recogidos bajo la denominación Banyuls, que reconoce a una serie de vinos dulces muy cuidados y llenos de matices.

Un buen lugar para probar estos vinos y otros productos locales es la finca de Domaine St Thomas. Gestionada por el simpático Pierre-Jean, se trata de una interesante bodega que produce sus propios vinos y que cuenta también con diferentes plantaciones de albaricoques, nectarinas y otros frutos que puedes adquirir en su bonita tienda. Durante la semana organizan algunas visitas guiadas a sus diferentes viñedos y también catas para conocer las diferentes variedades de vino banyul y muscat.

Finca de Domaine St Thomas

Tanto en el casco antiguo de Argelès, como en la playa y la zona de campings podemos encontrar muy buenos restaurantes que apuestan por la gastronomía de cercanía y los productos locales. Una buena opción, junto al camping Le Dauphin, es el restaurante Arbor & Sens, que nos recibe con un bonito patio interior y un elegante salón interior, y que apuesta por una sencilla carta centrada en las mejores materias primas de la zona.

Una buena idea es ir a comer o cenar al Puerto de Argelès, donde podemos encontrar una gran oferta de restauración y un ambiente muy agradable. Allí, mi recomendación es La Table du Coin, un pequeño restaurante que nos ofrece cada día un menú con propuestas realmente interesantes y sabrosas.

En los alrededores de Argelès

Collioure

Si hemos decidido pasar varios días en esta bonita localidad, disponemos también de interesantes visitas en los alrededores. La más sencilla y recomendable es la visita a la vecina localidad de Collioure, que gracias a su precioso puerto consigue situarse siempre en los listados de los pueblos más bonitos de Francia. Aquí podremos visitar también la tumba de Antonio Machado, el genial escritor español que se vio obligado a exiliarse tras la Guerra Civil y terminó falleciendo en esta pequeña localidad.

Siguiendo la costa, encontramos otras dos bonitas visitas en un tramo especialmente bello de la costa bermeja que se caracteriza por sus violentos acantilados y algunas zonas de viñedos en terrazas imposibles que parecen besar el mar. La primera de ellas es Port Vendres, con su bonito puerto y casco antiguo, y muy próximo se encuentra el faro de Cap Bear que se fusiona en el paisaje de una forma cautivadora. Desde el puerto de Argelès parten algunas embarcaciones que realizan un recorrido por este tramo de la costa y otras rutas similares.

Cap Bear

Un poquito más lejos, a unas dos horas de Argelès, se encuentra la preciosa y famosa villa medieval de Carcassonne y un poco más allá la “ciudad rosa” de Toulouse. Y, por supuesto, cruzando la frontera podemos visitar la provincia de Girona con la Costa Brava a menos de una hora en coche. En definitiva, un lugar perfecto para conocer esta parte del sur de Francia o adentrarnos en esta preciosa zona del Mediterráneo.