Vila Nova de Gaia pasó casi medio milenio integrada en Oporto, hasta que en 1834 obtuvo su independencia. Pese a seguir formando parte en la actualidad del Área Metropolitana de Oporto, hoy en día se sigue debatiendo sobre la pertinencia de una fusión con su vecino de la orilla norte del Duero, poniendo de ejemplo lo que sucedió en 1873 con Budapest que integró las dos poblaciones a ambos lados del Danubio.

Fusiones e independencias aparte, Vila Nova de Gaia se ha convertido en las últimas décadas en una ciudad joven y efervescente, una suerte de Brooklyn portugués que ya no mira con envidia al otro lado del río: tiene suficientes atractivos para que el viajero cruce el Ponte Luís I para algo más que tomarse un vino de Oporto en una de sus venerables bodegas y observar las mejores vistas del Duero desde sus diversos miradores.

Vila Nova de Gaia: de la bodega a la playa

Vila Nova de Gaia con varias bodegas de Oporto junto al Duero - Depositphotos

Aunque se siga hablando de fusiones, hay que tener en cuenta que Vila Nova de Gaia ya integra dos poblaciones distintas ya que, en origen, Gaia y Vila Nova eran localidades independientes. La primera nace en la órbita de Portucale Castrum Novum, la futura ciudad de Oporto que da nombre a todo el país.

Fue en 1255 cuando el rey Afonso III dio derechos forales a la villa de Gaia lo que facilitó su comercio convirtiéndose en villa real frente a Oporto que permanecía como villa episcopal. ¿Y con qué comerciaban los habitantes de las Gaia y Vila Nova medievales?

Con vino, principalmente, que ya desde época romana se almacenó a este lado del río a un paso de la desembocadura del Duero en el Atlántico: desde aquí partían barcos que comerciaban el Oporto con diversos puntos de Europa.

Y esta es la primera imagen que tiene el viajero cuando cruza el Ponte Luís I: la de una ciudad portuaria con aroma a vino. La Explanada Miguel Bombarda también conocida como Explanada de Sandeman, por el logo de la bodega que ocupa esta zona, es uno de los símbolos de Gaia.

Las mejores vistas de Oporto

Barco rabelo en el Duero - Depositphotos

Si caminas por la orilla del Duero en dirección oeste te encontrarás en primer lugar con el teleférico que conecta la zona baja de Vila Nova de Gaia con el Jardim do Morro, sobrevolando el barrio de las bodegas de la ciudad. Aunque es un trayecto de apenas cinco minutos ofrece unas vistas impresionantes de la zona, las que también puedes tener desde el propio Jardim do Morro, remodelado hace unos años: el atardecer desde este parque es imperdible.

Si sigues hacia el oeste te encontrarás con varios hitos históricos de Gaia, como el Mercado Municipal Da Beira Rio, también remodelado recientemente y convertido en mercado gourmet, o los astilleros de barcos rabelos, todo un símbolo de ambas orillas del Duero, una especie de góndola portuense.

Cuentan los historiadores que estos barcos pudieron configurarse bajo influencia vikinga. Y es que el entorno de Oporto tuvo frecuentes "contactos" con los navegantes venidos del norte que no venían precisamente a compartir sus conocimientos...

Pero los portugueses, también intrépidos navegantes, tomaron nota de embarcaciones enemigas como el drakkar o el snekke para mejorar sus propios barcos. Nacería así el barco rabelo que se convirtió en el principal medio de transporte de mercancías en el Duero, especialmente de barriles de vino de Oporto.

El corazón de Gaia: WOW Oporto y el monasterio de la Sierra del Pilar

Calles en Vila Nova de Gaia - Depositphotos

Dejamos ya el muelle y el río para caminar por el casco histórico de Gaia. Pasando la iglesia de Santa Marina, un valioso testimonio del barroco portugués, llegamos a WOW Oporto, el distrito cultural de la orilla izquierda del Duero y una de las grandes apuestas del Área Metropolitana de Oporto por ampliar su horizonte cultural.

Como están haciendo otras grandes capitales europeas, la idea es ofrecer experiencias atractivas más allá del centro de las ciudades, de forma que los barrios limítrofes también se conviertan en polo de atracción, especialmente de viajeros.

Pese a que no todas las propuestas de WOW Oporto funcionan igual de bien, espacios como The Wine Experience, Planet Cork (sobre la industria del corcho) o Pink Palace (consagrado al vino rosado) ofrecen experiencias interesantes para profundizar en la historia del vino de Oporto que tanta relevancia ha tenido a ambos lados del Duero.

Mención aparte merecen The Chocolate Experience y, sobre todo, La región de Oporto a través de los tiempos, el museo de historia del distrito, que invita a conocer más de cerca la compleja historia de Oporto que, no olvidemos, explica también el origen de Portugal, de donde toma su nombre.

Monasterio de la Sierra del Pilar - Depositphotos

Y al otro lado del Ponte Luís I y del Jardim do Morro, el monasterio de la Sierra del Pilar, el gran hito arquitectónico de Vila Nova de Gaia. Se trata de un edificio del siglo XVI declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 1996 por su singular estética siendo considerado una de las cimas del manierismo en toda Europa, especialmente por la planta circular de su iglesia y claustro.

Efectivamente, no es nada habitual encontrar un monasterio cuyas dos construcciones principales usen el círculo como base, pero así era el manierismo, siempre buscando romper con las normas clásicas, anticipando la exuberancia heterodoxa del barroco.

Las playas de Vila Nova de Gaia

Capela do Senhor da Pedra - Depositphotos

Para disfrutar al completo de todo lo que ofrece la orilla sur del Duero, deberás reservar un tiempo para sus playas. Porque la vida no acaba en el río, al contrario, el Duero vierte sus aguas al mar generando varios arenales en su entorno.

Si te gusta caminar, "solo" es una hora (y pico) de trayecto entre el Mercado Municipal Da Beira Rio y la Praia Cabedelo do Douro que, como su propio nombre indica, está en la desembocadura del río. También se puede hacer parte del trayecto en un fantástico carril bici. Merece mucho la pena porque disfrutarás de maravillosas vistas del skyline portuense, además de pasar ante Douro Marina, puerto deportivo de Vila Nova de Gaia donde tampoco faltan restaurantes.

Otra forma de hacer este itinerario, por supuesto, es en barco, haciendo la que llaman "la ruta de los seis puentes" que te lleva a pasar bajo todos los puentes que conectan ambas orillas del Duero desde el de Arrábida, el más cercano a la desembocadura, hasta el Ponte de São João, el más oriental.

Desde Praia Cabedelo do Douro puedes bañarte en casi una decena de playas, incluyendo la de Salgueiros, la más frecuentada o la de Miramar. Justamente entre Miramar y Sãozinha se ubica el último gran hito de Vila Nova de Gaia, la Capela do Senhor da Pedra, una construcción hexagonal sobre unas rocas al borde del mar levantada a finales del XVII.

Pese a ser una construcción cristiana, cuenta la leyenda que se edificó sobre un antiguo lugar de ritos paganos. No sería de extrañar: el ambiente que envuelve este lugar es sobrecogedor, una de las imágenes inolvidables de la "otra" orilla del Duero.