Algunos te dirán que México DF es la ciudad más peligrosa del mundo, otros que es la más poblada y estresante, y otros, como yo, te dirán que la descubras por ti mismo y no hagas caso ni a unos ni a otros. México DF es la ciudad del mundo que más me ha sorprendido. En mi cabeza llevaba muchos prejuicios de todo lo escuchado y al descubrirla conocí el alma de una ciudad que no me esperaba.
Los monumentos que te voy a presentar tienen una mezcla entre los ya famosos y esenciales para conocer por un lado, los ocultos a los ojos de un turista normal por el otro y los que me impactaron especialmente para darte una visión personalizada. Como ya debes saber, México DF es una ciudad grande y con mucha historia. En su extensión abundan los monumentos ya que estos vienen de historias, de batallas, de revoluciones, de cultura y de experiencias.
Prepárate para tomar notas porque de este listado saldrán recorridos auténticos por la inconfundible Ciudad de México
El Monumento a la Raza
Quizás uno de mis favoritos. Construido en 1940 simboliza las raíces prehispánicas de México. En la cúspide, un águila devora una serpiente, mismo motivo que en el escudo nacional. Está ubicado en la Avenida Insurgentes norte.
El Monumento a la Madre
La maternidad es un tema de veneración en México. El monumento representa esculturas que destacan la identidad indígena de México. Ideales de justicia y bienestar social para este monumento recomendado. Lo encontrarás entre las calles Sullivan y Villalongín.
El Ángel de la Independencia
El clásico de la ciudad dedicado a la liberación del dominio español. Su forma es la de una columna corintia culminada con la representación de la Victoria Alada (que personifica la gloria y el triunfo). La corona de laurel a la derecha y la cadena de tres eslabones a la izquierda representan la ruptura con el sometimiento previo.
En la base del monumento encontrarás un mausoleo con los restos de Miguel Hidalgo, Vicente Guerrero e Ignacio Allende, los héroes de la Independencia. “El Ángel” está situado en la Avenida Paseo de la Reforma y es el lugar donde se celebran las victorias nacionales.
La Fuente de Cibeles
Sí, has oído bien, no me refiero a la de Madrid. En México DF hay una réplica exacta de la de la capital madrileña. Una donación de la comunidad española en México y una representación del hermanamiento entre ambas ciudades. Se sitúa en la Plaza de Cibeles, predecible ¿no?
Monumento a la Revolución
Uno de esos monumentos con una historia peculiar y que se ha convertido en uno de los más representativos de la ciudad. Inicialmente destinado a ser el nuevo edificio parlamentario de México, tras estallar la revolución se convirtió en un estandarte de la misma y en el mausoleo donde descansan los restos de los principales personajes revolucionarios. Lo encontrarás en la Plaza de la República.
El Altar a la Patria
O Monumento a los niños héroes. Seis columnas representando a los seis cadetes del Colegio Militar que murieron defendiendo el Castillo de Chapultepec de las tropas americanas en 1847. Si quieres investigar más hay numerosas leyendas sobre la Batalla de Chapultepec, verdaderas o no, difícil de decir pero seguro apasionantes. Está situado en la primera sección del Bosque de Chapultepec.
El Palacio Nacional
Y, en concreto, el mural de Diego Rivera. Este es mi monumento favorito. Y le llamo monumento a este mural que se grabó a fuego en mi cabeza. Epopeya es un mural que representa la historia de lucha del pueblo mexicano. Diego Rivera invirtió 22 años en pintarlo y plasmó momentos clave de la historia de su pueblo. Una obra de arte que te dará una amplia idea de la historia de México y el talento del magnífico Maestro Rivera. Seguro que no te lo puedes perder.
Templo de Ehécatl
Si pasas por la estación de metro Pino Suárez en el centro de la ciudad, descubrirás una pequeña pirámide que era el santuario del Dios de Viento en el período prehispánico, llamado Ehécatl. En 1967 durante unas excavaciones se descubrieron ofrendas como la famosa “Monita”, una figura tallada y pintada en rojo y negro que poseía la máscara de la boca de Ehécatl. Un tesoro escondido en la línea 2 del metro.
El Templo Mayor
Esta es una de las construcciones más emblemáticas e importantes para los aztecas. El 21 de febrero de 1978 como por casualidad se descubrió este monumento que al investigar resultó ser un monolito de Coyolxauhqui, la deidad mexica que representa a la luna. Poco a poco se han ido ampliando las exploraciones y las visitas a este monumento escondido en el medio de la Ciudad de México. ¿Cuántos más habrá aún escondidos?
Tlatelolco
Situándonos en la Plaza de las Tres Culturas, donde tuvo lugar la última batalla por la Conquista de México podemos admirar los restos de varias plataformas y el lugar donde estaría antiguamente el mercado. Según la historia, para no ser capturados por los hombres de Cortés, Cuauhtémoc y algunos gobernantes se vieron forzados a abandonar los palacios de Tlatelolco para huir al embarcadero. Algo fácil de imaginar en una visita a estas ruinas escondidas.
México DF esconde tesoros incalculables, los monumentos no sólo son los que se han hecho oficiales hoy en día y se utilizan como estandartes sino también los que marcaron la historia de un pueblo en lucha durante mucho tiempo.
México, después de España, es el país donde más amigos he cultivado a lo largo de mi vida. Su carácter amable, alegre y genuino es la marca de una cultura fascinante y digna de admirar. La belleza de este país, de su gente y de su capital, la Ciudad de México, traspasa fronteras y prejuicios. Sólo explorándolo por ti mismo entenderás el enorme valor que encierra la ciudad sobre los lagos.
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