La provincia de Ávila concentra en su pequeña extensión una serie de atractivos naturales y un patrimonio histórico de incuestionable valor, que va mucho más allá de la propia capital y su famosa muralla. Recorremos en este listado una serie de pueblos y pequeñas localidades que nos sorprenden por su interminable colección de monumentos y por algunos entornos naturales de indudable belleza.

Arévalo

Arévalo

Arévalo es, con unos 8.000 habitantes, la segunda localidad más grande de la provincia, solo detrás de la propia Ávila. Así que, quizás, sea un poco aventurado incluirla en un listado con otros pequeños pueblos. Pero, lo cierto es que si visitamos su coqueto y bonito casco histórico no seremos conscientes del tamaño real de la ciudad.

Conocida con el apodo de “Ciudad de los Cinco Linajes”, se encuentra rodeada de grandes llanuras y fue históricamente un importante punto estratégico en el antiguo Reino de Castilla. Prueba de ello es su espectacular casco antiguo que reúne una serie de atractivos monumentos y algunos de los mejores ejemplos de la tradicional arquitectura mudéjar castellana.

Su castillo es posiblemente el monumento más conocido, pero alrededor de su bonita Plaza de la Villa destacan algunas construcciones como las iglesias de Santo Domingo, San Juan Bautista o Santa María la Mayor, la ermita de la Lugareja o algunos palacios como el de los Sedeño o los Gutiérrez-Altamirano.

Candeleda

Candeleda

La localidad de Candeleda ha ido adquiriendo mucha fama en toda la región por una serie de motivos que la hacen especialmente idónea para una escapada. Ubicada en la Sierra de Gredos, a unos 432 metros de altura, presume de un entorno natural extraordinario – en plena comarca del Valle del Tiétar-, de algunas de las mejores playas de interior de España y de un casco histórico muy bien conservado.

Un paseo entre sus bonitas calles, donde aún se conservan casas de arquitectura popular, nos permite encontrar algunos monumentos relevantes como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la Ermita de San Blas, la Casa de la Judería, el Museo Etnográfico o la bonita y muy fotografiada Casa de las Flores.

El Barco de Ávila

El Barco de Ávila

En la comarca del Alto Tormes al suroeste de la provincia, se encuentra esta pequeña localidad a una altitud de 1.004 metros. Su llamativo puente románico da la bienvenida a un centro histórico perfectamente conservado que gira en torno a una Plaza Mayor, de estructura rectangular y cerrada, con los soportales tan característicos de esta zona castellana.

Monumentos tan importantes como el Castillo de Valdecorneja o la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se van intercalando con una serie de bonitos edificios o casas tradicionales de mampostería encalada en piedra y balcones forjados o de madera. No olvides dar un paseo a orillas del Tormes y disfrutar de sus famosos judiones antes de irte.

La Adrada

La Adrada

La Adrada es una pequeña villa al sur de la provincia y se caracteriza por su cuidado centro histórico, que preside su famoso castillo del siglo XIV. Este imponente monumento perteneció a Álvaro de Luna, valido del rey Juan II de Castilla, y actualmente alberga el Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar.

Paseando por el centro viajaremos al pasado y nos podremos deleitar con un buen conjunto de casas en piedra, algunas tan características como la Casa del Tío Talís, y otros edificios monumentales como su iglesia parroquial. También cuenta con una bonita piscina natural.

Piedrahita

Piedrahita

La villa de Piedrahita concentra un conjunto patrimonial de muchísimo valor, resultado de haber sido un importante punto estratégico durante muchos siglos. Alrededor de su plaza mayor porticada, se distribuye un centro histórico medieval recogido dentro de la muralla con algunos monumentos interesantes como la Iglesia de la Asunción o el Convento de las Carmelitas.

No obstante, su edificio más relevante y conocido es el impactante Palacio de los Duques de Alba, un edificio de estilo barroco francés del siglo XVIII. Fue residencia veraniega de la casa de Alba y lugar de recreo para las personalidades de la época. Como por ejemplo Jovellanos o Francisco de Goya, quien lo usó como escenario de algunos de sus cuadros.

Madrigal de las Altas Torres

Madrigal de las Altas Torres – Foto de Luis Rogelio

Madrigal de las Altas Torres forma parte de la comarca de La Moraña, en el norte de la provincia. Lugar de nacimiento de Isabel la Católica, cuenta con casco urbano de enorme valor histórico y son varios los monumentos que podemos encontrar dando un paseo por esta pequeña localidad.

El mejor ejemplo es el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, que fuera palacio en tiempos medievales y lugar de nacimiento de la mencionada Isabel I de Castilla. Otras interesantes visitas son la Iglesia de San Nicolás de Bari, la Iglesia de Santa María del Castillo o el Hospital de la Purísima Concepción.

Bonilla de la Sierra

Bonilla de la Sierra

Muy cerca de Piedrahita y El Barco de Ávila, se encuentra la bonita localidad de Bonilla de la Sierra, que sorprende con un centro histórico monumental. Alrededor de su castillo del siglo XII, que hoy se encuentra en parte en ruinas, se fue levantando una importante villa medieval que fue propiedad del Obispado de Ávila, lo que explica algunos imponentes monumentos que podemos encontrar.

Es el caso de la Iglesia Colegiata de San Martín de Tours, una espectacular iglesia gótica del siglo XV que nunca imaginarías encontrar en un pequeño pueblo como Bonilla. En el entorno de la colegiata encontramos una encantadora Plaza Mayor, algunas bonitas casas solariegas y un interesante recinto amurallado.

Arenas de San Pedro

Arenas de San Pedro – Foto de José Luis Filpo

Arenas de San Pedro es la capital del Valle del Tiétar y se encuentra a una altura de 510 metros, que suben hasta los 2.343 metros de altitud en el Pico de la Mira, en plena Sierra de Gredos. Esta ubicación tan especial la permite abrazarse a un entorno natural de gran belleza y la ha convertido en un destino muy deseado para amantes de la naturaleza y el turismo activo.

Pero también su centro histórico conserva algunos monumentos de mucho valor patrimonial. Entre ellos destacan el Castillo del Condestable Dávalos, conocido como el de la Triste Condesa; el palacio del infante Don Luis de Borbón y el convento de San Pedro de Alcántara. Un simple paseo por sus bonitas calles y su puente medieval serán suficientes para enamorarnos de esta encantadora localidad.

Las Navas del Marqués

Las Navas del Marqués

La cercanía con Madrid ha convertido a Las Navas del Marqués como uno de los lugares preferidos de veraneo a lo largo de la historia a lo largo de la historia y no es difícil imaginar los motivos. No obstante, se trata de una localidad con mucha historia ya que se han llegado a encontrar algunos enterramientos que datan del siglo VIII.

Entre los principales monumentos que aloja, podemos destacar el Palacio Castillo de Magalia, construido en el siglo XVI con una estructura muy original, o el Convento de Santo Domingo y San Pablo, que fue fundado en 1545 y se caracteriza por sus imponentes muros de granito y por una sobria pero bonita fachada. Otro curioso y bonito monumento es la conocida como Atalaya de Eiffel, una torre levantada en hierro y madera que popularmente ha sido atribuida por error al conocido arquitecto francés

Bohoyo

Paisaje en el entorno de El Bohoyo

Con apenas 260 habitantes, el pequeño pueblo de Bohoyo es un secreto no muy conocido que esconde la provincia de Ávila. En sus alrededores encontramos algunas atracciones naturales tan impresionantes como la garganta del mismo nombre o bonitos senderos junto al río Tormes.

Pero su centro histórico es también realmente peculiar y llama la atención de sus visitantes. Un conjunto de callejuelas y construcciones en piedra la dotan de un encanto muy especial y destacan algunos monumentos como la Iglesia de la Asunción o la bonita Ermita del Santo Ángel, de estilo renacentista.