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Antiguo campamento romano convertido en ciudad clave de Hispania, albergue de peregrinos durante siglos, capital de la Maragatería, emplazamiento de una de las obras más singulares de Gaudí y origen de una de las familias de poetas más lúcidas y extravagantes del siglo XX, Astorga es una pequeña gran localidad con insólitos atractivos para el viajero.

Ubicada al suroeste de la provincia de León, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital y a unos 65 km. al norte de Benavente, la Astorga actual supera los 10.000 habitantes, aunque ha ido perdiendo población en las últimas décadas desde que alcanzara los 14.000 habitantes a principios de los 40. Con atmósfera clásica, pero atisbos de modernidad, Astorga es un destino irrenunciable si visitamos León. Estos son los siete motivos que justifican una visita a la legendaria Asturica Augusta.

El legado romano

Astorga
Casco histórico de Astorga. Fuente: Wikipedia

A finales del siglo I a.C. las tropas romanas se asientan en el territorio de la actual Astorga generando un campamento militar. El objetivo era consolidar el dominio sobre los pueblos astures del norte de la península ibérica. Así es como este campamento pasa a denominarse Asturica Augusta en referencia al pueblo conquistado y al emperador Augusto que otorgaría este título a una treintena de ciudades en todo el territorio peninsular incluyendo Mérida o Tarragona, entre otras.

Veinte siglos más tardes, Astorga sigue exhibiendo orgullosa esta herencia clásica. Y la mejor manera de conocerla es a través de la denominada Ruta Romana, una visita guiada a través de los principales restos arqueológicos que se conservan en el centro histórico de la ciudad.

Esta ruta nos acerca al tramo de foso que formaba parte del sistema defensivo del campamento de la legión que originó Asturica Augusta. Recordemos, en este sentido, que una de las claves del éxito del Imperio Romano, fue el grado de eficacia organizativa que alcanzaron sus campamentos militares diseñados como pequeñas ciudades autosuficientes.

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Fachada de la Catedral de Astorga. Fuente: Pixabay

Así mismo, la Ruta Romana nos acerca a las Termas Menores —elemento imprescindible en una ciudad romana de entidad—, al Aedes Augusti, un templo de homenaje al primer emperador romano, así como un tramo del sistema de cloacas de la ciudad —otro de los grandes avances del urbanismo romano— además de los restos de una lujosa casa de aristócratas romanos denominada Domus del Mosaico del Oso y los Pájaros. La Ruta Romana pude completarse con la visita al Museo Romano que cuenta con una buena colección numismática y epigráfica.

El Camino de Santiago

Desde el siglo IX, una vez popularizada la peregrinación a Santiago de Compostela para rendir culto al sepulcro del Apóstol, Astorga se convierte en parada de muchos peregrinos que recorren el Camino Francés, tras pasar por Hospital de Órbigo, a unos 15 kilómetros al este de la localidad astorgana.

La tradición jacobea señala que el peregrino debe entrar por Puerta Sol y recorrer el casco urbano para salir por Puerta Obispo. En este trayecto se encuentra con los principales monumentos de la localidad. Además, actualmente en la calle Puerta Sol, al lado de la Domus, se ubica la sede de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, así como el Albergue de Peregrinos Siervas de María.

La leyenda de Pedro Mato y la catedral

El hecho de tratarse de una antigua sede episcopal permitió a Astorga contar con su propia catedral que se consagró a Santa María. Se trata de un edificio insólito en Castilla y León por su accidentado proceso de construcción y reconstrucción que se alargó durante varios siglos hasta el propio siglo XX lo que la convierte en una amalgama de estilos y periodos históricos que van del gótico al renacimiento, del barroco al neoclasicismo.

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Pedro Mato, el enigmático vigía de Astorga. Fuente: Unsplash

Fue construida sobre los restos de un antiguo templo prerrománico desde finales del siglo XI. La presencia de Rodrigo Gil de Hontañón, que también intervendría en la Catedral de Oviedo o en el Colegio Mayor de San Ildefonso en Alcalá de Henares, entre otras, le otorga los elementos platerescos. Así mismo, la fachada principal es de innegable aroma churrigueresco.

Con todo, lo que más llama la atención a muchos visitantes es la escultura del supuesto arriero vestido con el atuendo clásico maragato que corona un pináculo del ábside de la catedral. Los investigadores no se ponen de acuerdo en fechar la escultura ni en situar a su protagonista en la historia. Recientemente hasta se ha presentado el libro La historia secreta de Pedro Mato, capitán de los maragatos, de Mercedes G. Rojo que trata de iluminar el enigma de este tal Pedro Mato al que se le atribuye presencia en casi todos los episodios históricos vinculados con la ciudad, aunque haya siglos de diferencia entre los mismos.

Gaudí en Astorga

Contar con un Gaudí no es algo que puedan decir muchas localidades en el mundo, y más fuera de Cataluña. Así las cosas, el Palacio Episcopal firmado por el genio de Reus sigue siendo el principal reclamo turístico de Astorga.

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Un edificio de cuento en Astorga. Fuente: Wikipedia

Tras el incendio del antiguo palacio episcopal, el obispo Joan Baptista Grau i Vallespinos, natural de Reus, acudió a su paisano, ferviente católico, para que le echara un cable diseñando un nuevo palacio. Aunque Gaudí dimitió con el edificio a medias por desavenencias con el sucesor de Grau que había fallecido cuatro años más tarde de iniciarse las obras, el palacio muestra la magia constructiva del arquitecto catalán, apostando por un estilo neogótico en el que estacan los típicos arcos abocinados de Gaudí: un edificio de cuento que es un innegable imán para viajeros.

El Cocido Maragato

Otro misterio sin resolver: el origen del término ‘maragato’ que da nombre a esta región del suroeste de la actual provincia de León. Unos dicen que deriva del término latino mercator, refiriéndose a la tradición arriera de la zona, otros que procede de mauri capti —moros capturados— señalando su posible origen bereber y otros historiadores, en la versión más aceptada a nivel popular, que el término viene del hecho de transportar productos pesqueros salados del mar a Madrid.

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El Cocido Maragato en ‘tres vuelcos’ y postre. Fuente: Wikipedia

Sea como fuera, la tradición de la Maragatería se vive con orgullo tanto en Astorga como en otras localidades del entorno como Castrillo de los Polvazares o Santa Colomba de Somoza. Y entre las tradiciones maragatas más populares no podemos pasar por alto el cocido maragato que se come en ‘tres vuelcos’ (como el cocido madrileño… pero al revés): primero las carnes, después la verdura y, por último, la sopa. Y de postre, natillas.

El Chocolate

Los golosos están de suerte en Astorga, porque la ciudad leonesa cuenta con una secular tradición chocolatera. La localidad fue una de las primeras ciudades europeas que fabricó chocolate —con permiso de los monjes del Monasterio de Piedra— debido a que la hija de Hernán Cortés se había casado con el heredero del marquesado de Astorga.

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Fuente: Unsplash

Fruto de esta vinculación con la exportación de cacao americano, durante siglos creció en Astorga una industria chocolatera que podemos indagar en el Museo del Chocolate de la localidad —el primero de su tipo en España— así como el Centro de Interpretación del Chocolate que exhibe la colección personal de Alfredo Cabezas, fabricante de chocolate. ¡Para chuparse los dedos!

Los Panero

Y no nos podemos ir de Astorga sin hacer referencia a su legado literario encarnado por la familia Panero, entre los que destacan sus tres hermanos: Juan Luis, Leopoldo María y José Moisés alías Michi, hijos de Leopoldo Panero Torbado y Felicidad Blanc, ambos también escritores. Popularizada su peculiar saga familiar en la película documental El desencanto de Jaime Chávarri producido por Elías Querejeta, la verdadera dimensión de los Panero está en sus poemas, especialmente de Leopoldo María, pero también en sus reflexiones, siempre controvertidas, pero de una lucidez extraordinaria.

La Asociación de Amigos Casa Panero es una de las entidades que trata de mantener vivo el legado de una familia estrechamente vinculada a Astorga y que atrajo a otras figuras a la ciudad como el propio Gerardo Diego. En la Casa Panero se desarrollan numerosas actividades lo que la convierte en un centro de la cultura astorgana y leonesa. De hecho, este pasado mes de julio tenían previsto celebrar el Congreso Internacional «Los Novísimos. Cincuenta años de una antología», que se ha pospuesto a 2021 por la pandemia.