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Madrid puede presumir de contar con numerosos museos, entre los que destacan pinacotecas como el Museo del Prado, históricos como el Museo Arqueológico Nacional y científicos como el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Pero además de sus grandes centros museísticos, tampoco puedes perderte aquellos de menor tamaño, selectos y especiales por diversos motivos, si visitas o te mueves por esta ciudad.

Recorremos media docena de casas museo madrileñas en las que viajar al pasado, que son un plan estupendo para disfrutar de algunos de los rincones imprescindibles en la capital de España.

Museo Casa Natal de Cervantes

Museo Cervantes
Fuente: Wikimedia/M Peinado CC BY 2.0

Comenzamos este recorrido por la casa familiar de uno de los grandes escritores españoles de todos los tiempos: Miguel de Cervantes. El Museo Casa Natal Miguel de Cervantes (Calle Mayor, 48, 28801 Alcalá de Henares, Madrid) te permite viajar en el tiempo hasta los siglos XVI y XVII, además de admirar un fondo bibliográfico que recorre las distintas ediciones nacionales e internacionales de El Quijote a lo largo de las centurias.

La casa museo se encuentra junto al Hospital de Antezana, en el que trabajaba su padre Rodrigo de Cervantes, vivienda en la que se estima que es donde el escritor nació y pasó parte de su infancia. En el año 1956 abrió sus puertas como museo y biblioteca cervantina.

Casa Museo Lope de Vega

Casa Museo Lope de Vega
Fuente: Wikimedia/Real Academia Española CC BY-SA 4.0

Pero si la casa de Cervantes es un imprescindible, tampoco puedes dejar de visitar la de Lope de Vega. La Casa Museo Lope de Vega (Calle de Cervantes, 11, 28014, Madrid) es un edificio del siglo XVI que el escritor y dramaturgo adquirió en el año 1610, por la cantidad de 9000 reales. En él residió hasta su muerte, 25 años después. La vivienda abrió sus puertas como museo en el año 1935.

Puedes recorrer sus estancias y descubrir el estudio, el oratorio y el huerto de Lope, así como admirar algunos de los muebles y objetos que le pertenecieron. Todo el conjunto te transportará al Siglo de Oro español. Las visitas duran alrededor de 35 minutos y se realizan mediante reserva previa.

Museo Cerralbo

Museo Cerralbo
Fuente: Wikimedia/FouPic CC BY 2.0

El Museo Cerralbo (Calle de Ventura Rodríguez, 17, 28008, Madrid) no es uno de los más conocidos en la ciudad entre los turistas y, sin embargo, es de los más hermosos y especiales. Esta casa-palacio, construida en el siglo XVII, pertenecía al marqués de Cerralbo y si la visitas podrás imaginar cómo era la vida cotidiana de la aristocracia en la segunda mitad del siglo XIX.

El edificio servía como residencia familiar y museo, ya que atesoraba las colecciones de arte de los marqueses de Cerralbo. Estas se componen de todas las piezas que fueron acumulando durante generaciones mediante sus viajes por el mundo, por lo que incluyen relojes, pinturas, mobiliario, objetos arqueológicos y decorativos, monedas, tapices, porcelanas, etc. Este patrimonio fue donado por el propio marqués a la nación para que pudiera divulgarse y conservarse adecuadamente.

Además de sus colecciones, el edificio en sí es una auténtica joya que merece por sí sola la visita. Su interior es espectacular, con el Gran Portal y la Escalera de Honor con su balaustrada de mármol; el Salón Rojo, que acogía el despacho del marqués; y el Salón Amarillo con su empapelado original, entre las otras estancias del entresuelo. Ya en el piso principal del Museo Cerralbo, se encuentran las dependencias más impresionantes, como la armería, la Sala de Columnitas y el Salón Billar, la biblioteca, las galerías neobarrocas, el comedor y el Salón de Baile. Todo ello, con sus obras de arte, configura un conjunto espectacular.

Museo Sorolla

Museo Sorolla
Fuente: Flickr/Juan Antonio Segal CC BY 2.0

La que fue la vivienda y taller de trabajo del pintor Joaquín Sorolla y Bastida constituye en la actualidad el Museo Sorolla (C/ General Martínez Campos, 3728010, Madrid). El edificio, de 1911, se localiza en el distrito de Chamberí. Tras el fallecimiento del artista, su viuda, Clotilde García del Castillo, donó al Estado su patrimonio para crear un museo en memoria de Sorolla.

De tal forma, en el Museo Sorolla no solo podrás contemplar los tres estudios contiguos con abundante luz natural en los que pintaba, sino también el salón, el comedor y los dormitorios. Podrás pasear por el jardín que él mismo diseñó y admirar los objetos que atesoró, entre los que se encuentran cerámicas, textiles, esculturas y fotografías antiguas.

No obstante, la parte más importante de la colección del museo son las creaciones del propio Sorolla. Y es que aquí puedes admirar buena parte de su obra, con dibujos y pinturas como el famoso Paseo a las orillas del mar. El museo también guarda la correspondencia del artista.

Museo Lázaro Galdiano

Museo Lázaro Galdiano
Fuente: Wikipedia/Luis García CC BY-SA 3.0 ES

Viaja en el tiempo visitando el palacete de un antiguo editor: José Lázaro Galdiano. A este lugar tan especial acudían a las tertulias literarias escritores como Rubén Darío, Miguel de Unamuno o Emilia Pardo Bazán. Se trata del palacio de Parque Florido, el cual se encuentra en la emblemática calle Serrano, en pleno Barrio de Salamanca. El hermoso edificio fue reconvertido en museo y en él se expone la colección de obras de arte de Lázaro Galdiano, además de atesorar una valiosa biblioteca.

El Museo Lázaro Galdiano (Calle de Serrano, 122, 28006 Madrid) expone pinturas de Goya, Velázquez y El Greco, entre otros, piezas de mobiliario como un escritorio flamenco del siglo XVII, y armas como la espada del siglo XV de Giacomo Magnolino.

Museo del Romanticismo

Museo del Romanticismo
Fuente: Wikimedia/Juan Gimeno Ramallo CC BY-SA 4.0

Uno de los más bellos museos madrileños es el Museo del Romanticismo (Calle de San Mateo, 13, 28004 Madrid). Se ubica en el que fue el palacio del marqués de Matallana, del siglo XVIII, y el conjunto que conforma su decoración, su mobiliario, sus obras artísticas y sus objetos cotidianos permiten viajar en el tiempo hasta el siglo XIX.

Entre las piezas más destacadas del Museo del Romanticismo puedes contemplar más de una docena de pianos, carnés de baile del segundo tercio del siglo XIX, la levita de Mariano José de Larra y la pistola de su suicidio. Además, hay un rincón idílico en el museo: el Jardín del Magnolio, donde se localiza el Café del Jardín del Museo.