Seguimos empeñados en descubrir la respuesta en un viaje, pero sospechamos que no la vamos a escuchar bien en un lugar saturado de ruido. Por eso tendemos a explorar espacios en los márgenes, confiando en que el silencio de la indiferencia (turística) nos muestre el camino.

El camino a Sanabria no es tan enrevesado como lo fue en su día, gracias a la presencia de la A-52, la autovía de los Rías Bajas, que conecta Benavente con Porriño en Pontevedra, pero esta comarca zamorana sigue sintiéndose como una joya para el viajero con alma de explorador, aquel que sigue concibiendo el viaje (aunque sea interior) como una crucial odisea.

Sanabria, de la montaña al lago

Lago de Sanabria y monasterio de San Martín de Castañeda - Depositphotos

Sanabria comparte aura con otras comarcas que ya hemos visitado como los Cameros, las Hurdes o los Ancares: son lugares que han batallado contra el aislamiento desde siempre, y cuyo carácter no se entiende sin esa distancia que en su día pareció insalvable.

Por eso las tradiciones son más fervientes, el orgullo más justificado y los paisajes más auténticos. Como los que vemos al cruzar la frontera desde la comarca orensana de Viana para adentrarnos en el municipio de Pías, uno de los 15 que forman parte de la comarca zamorana.

Y pese a que no son pocos los espacios rurales españoles que están recuperando población en los últimos años, este no es el caso de Pías ni del resto de la comarca: apenas 90 habitantes en 2024, cuando fueron 150 hace una década.

Desde la cabecera del municipio nos dirigimos hacia el norte para visitar Barjacoba, cerca de donde encontramos el denominado Curro dos lobos, un conjunto etnológico que nos muestra una de las tradiciones más singulares de la zona: la caza del lobo. Y es que estamos en tierra de lobos, fascinantes animales que no siempre han sido bienvenidos por los habitantes del lugar, sobre todo por las ovejas...

Tras pasar el embalse de San Sebastián, ascendemos hacia uno de los municipios más altos de toda la provincia de Zamora: Porto, donde también encontramos testimonios de la arquitectura tradicional sanabresa: son las casas de vacas y los molinos.

Padornelo - Wikimedia

Y es que donde hay lobos hay ganado y Porto ha sido desde hace mucho tiempo uno de los epicentros de la cultura ganadera zamorana, prueba de ello son sus famosas ferias, como la que se celebra todos los años el 26 de agosto.

Para el ganado es un "lujo" vivir en las laderas de las montañas de la Sierra Segundera, una de las principales sierras que configuran el abrupto relieve del noroeste de Zamora: Peña Trevinca, a un paso de Porto, en la frontera entre Orense, León y la propia Zamora, con sus 2124 metros, es la cima de esta comarca... y de toda la provincia.

Pero nosotros volvemos al sur para transitar por la A-52 rumbo a Lubián y Hermisende, los dos municipios del suroeste de la comarca. Pero las sierras siguen siendo protagonistas también en esta zona fronteriza con el portugués distrito de Braganza: la Sierra del Marabón, la de Tejera o Gamoneda quiebran el perfil de estos municipios.

Destaca, por ejemplo, el caso de la localidad de Padornelo en Lubián, ubicada a 1325 metros de altura, que la convierta en la de más altitud de toda la provincia: por algo llaman a esta vertiente de la comarca la Alta Sanabria. Y por aquí también encontramos el Cortello de los Lobos, una nueva muestra de arquitectura tradicional.

Si seguimos hacia el este llegaríamos a Pedralba de la Pradería, tras pasar por Requejo, donde se ubica Rionor de Castilla, una localidad que ya hemos visitado, famosa por compartir frontera con el vecino Rio de Onor de Bragança. Pero es hora ya de subir hacia el lago de Sanabria, la joya natural de la comarca.

El lago de Sanabria, la playa de Zamora

Playa en el Lago de Sanabria - Depositphotos

O más bien cabría hablar de playas, en plural, porque el lago de Sanabria es tan grande (el mayor lago glacial de Europa, dicen) que suma varias playas: Viquiella, Custa Llagu, El Folgoso, los Enanos, Arenales de Vigo... Tienes donde elegir para disfrutar de un baño interior en uno de los paraísos acuáticos más singulares de España.

Con una longitud de más de tres kilómetros y ubicado a más de 1000 metros de altura, este lago recibe las aguas del Tera, el principal río de la comarca, que nace en la propia Peña Trevinca y desemboca en el Esla después de casi 140 kilómetros de recorrido.

Pero el atractivo de esta zona del lago no está solo en sus aguas (un poco frías, ya sabes, esto no es el Mediterráneo) ni en sus playas, sino también en sus senderos y los pueblos que se ubican en sus alrededores.

La Senda del Lago y Los Monjes es una de las rutas más habituales por la zona ya que rodea todo el lago, pasando ante pueblos del municipio de Galende como Ribadelago Nuevo, Ribadelago Viejo y San Martín de Castañeda, una de las localidades más bonitas de Sanabria.

Monasterio de San Martín de Castañeda - Turismo de Castilla y León

Aquí debes hacer una pequeña parada para conocer el monasterio que da nombre al pueblo, uno de los mejores ejemplos del románico zamorano "plantado en sitio rebosante de hermosura" a media ladera de la sierra, entre huertas, praderas y bosques, como dijo de él el historiador Manuel Gómez-Moreno.

Por cierto, por aquí también se pasó Unanumo, como lo hizo por las Hurdes, tomando inspiración para su novela San Manuel Bueno, mártir, y dejando para el recuerdo la famosa leyenda del lago de Sanabria, que atribuye el origen del lago a un castigo divino por un mendigo al que negaron ayuda y que resultó ser... ¡¿Jesucristo?!

Puebla de Sanabria, emblema urbano de la comarca

Castillo de Puebla de Sanabria y puente sobre el río Tera - Depositphotos

Dejamos ya el lago y bajamos hacia el sur pasando ante pueblos como Trefacio o Castro de Sanabria, este último formando parte del municipio de Cobreros, para visitar ya Puebla de Sanabria, la referencia rural de la comarca y que no se pierde una lista de los pueblos más bonitos de Castilla y León.

No es para menos puesto que ofrece un magnífico conjunto de arquitectura tradicional sanabresa junto a varios edificios representativos del esplendoroso pasado del pueblo, como su castillo, levantado a finales del XV por los condes de Benavente: todo un portentoso ejemplo de fortaleza renacentista con sus impresionantes torres esquineras que se asoman al río Tera.

Y es el que el propio emplazamiento de Puebla de Sanabria ya es una maravilla, en una colina en la confluencia del río Castro con el Tera. Si quieres unas buenas vistas del pueblo, acércate a la zona de la estación, al sur, donde tendrás un estupendo mirador.

Calles de Puebla de Sanabria - Depositphotos

Además del castillo y sus famosas casas con balcones de madera, en Puebla también tienes su singular Museo de Gigantes. Aquí "matas dos pájaros de un tiro" porque puedes ver por dentro como eran las tradicionales viviendas sanabresas, en madera y piedra, además de profundizar en el curioso arte de los gigantes y cabezudos, una de las tradiciones más bizarras y entrañables de nuestro país.

Pero Sanabria, inagotable, no termina en Puebla, sino que continúa hacia el sur, en Robledo, donde encontramos el Centro del Lobo Ibérico Félix Rodríguez de la Fuente, el merecido homenaje a este animal de tanta presencia en esta tierra.

Y hacia el oeste, Asturianos, el último municipio de nuestra visita, en el extremo oriental de la comarca, un nombre curioso que nos apela directamente: por aquí pasaron hace muchos siglos repobladores astures en una época en la que Sanabria necesitaba habitantes... igual que ahora.