Samaná refleja a la perfección todo lo que uno puede imaginar del Caribe. De ese Caribe que posiblemente ya no es tan fácil de encontrar en otras islas o, incluso, en otras partes de República Dominicana que han apostado por una explotación turística más intensiva. Aguas cristalinas con tonos turquesa que parecen imposibles, playas doradas de arena fina y palmeras, miles de palmeras que bailan con el mar al son de los vientos alisios. Viajamos hasta Samaná para enamorarnos de una de las últimas joyas sostenibles del Caribe.
Santa Bárbara de Samaná
Santa Bárbara de Samaná, comúnmente conocida como Samaná, es la capital de la provincia y el punto de partida ideal para explorar la península. Fundada en 1756, Santa Bárbara de Samaná tiene una rica historia que se refleja en su arquitectura y cultura local. La ciudad fue inicialmente colonizada por esclavos liberados de los Estados Unidos, lo que ha dejado una marca duradera en su identidad cultural.
El Malecón y el espectacular puente que lo conecta con dos pequeños islotes son su postal más famosa. Conocido también como los Puentes de Samaná, este puente peatonal una de las atracciones más emblemáticas de la ciudad. Fue construido en los años 70 y conecta la ciudad con dos pequeños islotes en la Bahía de Samaná: Cayo Linares y Cayo Vigía. El puente forma parte de un ambicioso proyecto turístico que nunca se completó del todo, pero que dejó al menos este ícono de la ciudad.
Santa Bárbara de Samaná es también conocida por sus iglesias históricas, que reflejan la rica herencia cultural y religiosa de la región. Oficialmente conocida como la Iglesia de San Pedro, esta iglesia metodista es un símbolo importante de la libertad en la República Dominicana. Fue construida en el siglo XIX por esclavos liberados que emigraron de los Estados Unidos. Por su parte, la Iglesia Católica de Santa Bárbara destaca por su estilo colonial español.
El mercado central de Santa Bárbara es el centro neurálgico de la ciudad y un auténtico hormiguero de gente por la mañana. Los colores y los olores se entremezclan entre puestos de fruta, carne o pescado que conviven con licorerías y tiendas de alimentación. En contraste, encontramos el Pueblo Príncipe Samaná, un centro comercial de reciente construcción, pero inspirado en las casitas de colores típicamente caribeñas. Sin duda, el lugar más fotogénico y fotografiado de Santa Bárbara.
En estos dos mercados y en otras tiendas que encontramos por la ciudad, podemos adquirir piezas de arte taíno y artesanías elaboradas con cocos y otros materiales locales, que reflejan la rica herencia cultural de la región. También podemos visitar algunos talleres donde los artesanos y artesanas locales demuestran sus habilidades y venden sus productos.
Avistamiento de ballenas jorobadas
La bahía de Samaná, en la República Dominicana, es uno de los mejores lugares del mundo para el avistamiento de ballenas jorobadas y uno de los mejores planes que puedes hacer si tienes la suerte de visitar la isla entre mediados de enero y finales de marzo. Miles de estos majestuosos mamíferos marinos migran desde las frías aguas del Atlántico Norte hacia las cálidas y protegidas aguas de Samaná para reproducirse y dar a luz a sus crías.
Las excursiones para el avistamiento de ballenas generalmente parten del puerto principal de Samaná y otros puntos como Miches. Si tenemos suerte y conseguimos ver alguna ballena podremos admirar cómo los machos realizan saltos acrobáticos fuera del agua para atraer a las hembras o como las madres nadan con sus crías recién nacidas. Aunque no siempre es necesario ir en barco para verlas porque en muchas ocasiones las podemos ver desde la costa que rodea la bahía de Samaná.
Este lugar es un santuario marino protegido y las excursiones de avistamiento se llevan a cabo bajo estrictas regulaciones para garantizar la seguridad tanto de las ballenas como de los turistas. Las embarcaciones deben mantener una distancia mínima de 50 metros de las ballenas, y esta distancia se incrementa a 80 metros si se trata de una madre con su cría.
En Santa Bárbara también podemos visitar el Museo de la Ballena. Un pequeño museo educativo y sin fines de lucro, que es administrado por el CEBSE (Centro para la Conservación y el Eco-desarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno). Allí descubriremos curiosidades como que todas las ballenas tienen un dibujo diferente en su cola o que las crías ingieren alrededor de 200 litros de leche materna cada día.
Los Haitises
El Parque Nacional Los Haitises es una de las áreas naturales más impresionantes de la República Dominicana y conecta las provincias de Samaná, Hato Mayor y Monte Plata. Su nombre en taíno significa "tierra alta" o "montaña" y es un paraíso natural reconocido mundialmente por su biodiversidad y la gran variedad de aves que alojan sus formaciones rocosas, manglares y cuevas.
Lo más reconocible de los Haitises son sus impresionantes formaciones kársticas conocidas como mogotes, colinas de piedra caliza que emergen abruptamente del agua, alcanzando alturas de hasta 40 metros. Estas formaciones crean un paisaje dramático y único, especialmente visible en la Bahía de San Lorenzo, un lugar emblemático del parque.
El parque es hogar de dos especies de mamíferos endémicos en peligro de extinción: la jutía (Plagiodontia aedium) y el solenodonte (Solenodon paradoxus). Además, es un paraíso para la observación de aves, albergando la mayor población mundial del halcón de Ridgway (Buteo ridgwayi) y una gran variedad de otras aves como el pelícano pardo, la fragata magnífica y el conocido como el loro de la Española.
Igualmente interesante es su red de cuevas que, además de su valor natural esconden algunos secretos de gran valor histórico. En algunas cuevas, como la Cueva de la Arena, la Cueva de San Gabriel y la Cueva de la Línea, contienen petroglifos y pictografías dejadas por los taínos, los habitantes originales de la isla.
La Cueva de San Gabriel es la más grande de la región, con un recorrido de aproximadamente 168 metros. Esta cueva cuenta con enormes salas y ha sido un sitio de numerosos hallazgos arqueológicos. Los visitantes pueden explorar sus vastas cámaras y admirar las inscripciones antiguas que cubren sus paredes, aunque es recomendable contar con un guía que nos explique su significado y su importancia histórica.
Las playas de Samaná, las joyas perdidas del Caribe
Si por algo es conocida Samaná es por sus espectaculares playas, cada una con su propio encanto pero todas con una belleza natural que te atrapa. Arenas blancas y finas, palmeras que abrazan el mar y aguas cristalinas que reflejan todas las tonalidades del azul y el verde. Casi todas ellas, además, en entornos aislados y sin una gran afluencia de público, lo que nos regala una gran sensación de paz.
Playa Rincón, frecuentemente mencionada entre las playas más hermosas del mundo, es uno de los rincones más mágicos de Samaná. Está ubicado en la costa norte y se extiende a lo largo de cinco kilómetros rodeando una preciosa bahía de aguas con un azul imposible. Por si fuera poca belleza, en uno de sus extremos desemboca el río Caño Frío, que forma una preciosa laguna verde en su encuentro con el mar. Desde aquí podemos hacer una ruta en bote que asciende por el río y nos introduce en otro paisaje totalmente diferente.
La Laguna Gri-Gri se encuentra en el pintoresco pueblo pesquero de Río San Juan, en la provincia de María Trinidad Sánchez. Esta laguna, bordeada completamente de manglares, es un santuario natural donde se pueden observar diversas especies de aves, como garzas, tijeretas y cormoranes. Podemos contratar una ruta en bote que nos enseñe la laguna, algunas cuevas escondidas en los acantilados de la costa para luego terminar en la preciosa y animada Playa Caletón, donde podemos hacer snorkel y empaparnos un poco de la vida local.
Playa Grande, ubicada también en la región de Río San Juan, es otra de las playas más impresionantes de Samaná. La playa está rodeada de cocoteros y cuenta con varios restaurantes que sirven mariscos frescos y platos típicos dominicanos. Ya Las Terrenas y sus alrededores, encontramos otras fantásticas opciones como Playa Cosón o Playa Portillo, un lugar perfecto para el kitesurf y el surf. Las Terrenas también alberga Playa Bonita, un paraíso de aguas apacibles y cristalinas rodeadas de cocotales.
Dónde alojarse:
Bahía Príncipe Grand El Portillo:
Ubicado cerca de Las Terrenas, este hotel es ideal para familias y parejas que buscan disfrutar de una mezcla de relajación y actividades de ocio. El Portillo ofrece acceso directo a playas de arena blanca, múltiples piscinas y una gran variedad de actividades acuáticas. También cuenta con varios restaurantes que sirven desde cocina local hasta platos internacionales.
Bahía Príncipe Grand Samaná:
Exclusivo para adultos, este hotel ofrece un ambiente más íntimo y lujoso. Situado en un entorno privilegiado, el Grand Samaná es ideal para parejas y lunas de miel. Los huéspedes pueden disfrutar de servicios de spa, gastronomía gourmet y actividades de wellness, todo en un entorno de absoluta tranquilidad y belleza natural.
Viva Wyndham V Samaná:
Un resort todo incluido solo para adultos ubicado en la hermosa playa de Cosón, cerca de Las Terrenas. Las instalaciones del hotel incluyen una piscina al aire libre, un gimnasio de última generación y múltiples opciones gastronómicas con cuatro restaurantes que ofrecen desde cocina internacional hasta mariscos frescos y platos mediterráneos.
Dónde comer:
Tierra y Mar (C. María Trinidad Sánchez, Samaná)
Uno de los restaurantes más auténticos que podemos encontrar en Santa Bárbara de Samaná es este negocio familiar. Bajo un techo de paja se divide el espacio entre el propio restaurante y una zona con un estilo más chill-out más relajada. Su carta se centra en platos tradicionales como el pescado frito, pescado con coco o la langosta, junto a algunos platos de influencia italiana.
Santa Bahía (Av. Francisco del Rosario Sánchez local 37, Samaná)
El Restaurante Santa Bahía, situado en el corazón de Samaná, ofrece una experiencia gastronómica de alta calidad en un entorno elegante. Con una carta que incluye mariscos frescos y platos típicos dominicanos, este restaurante es perfecto para aquellos que buscan una cena un poco más lujosa y un poco de diversión cuando llega la media noche.
Hacienda Coyuco (Monte Rojo)
El Restaurante Hacienda Coyuco es famoso por su ubicación privilegiada en una colina, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes de la bahía de Samaná desde un par de torres de vigilancia. Cuenta con una bonita piscina, que se ha convertido en uno de los lugares más instagrameables de Samaná.
Restaurante Monte Azul (La Guázuma)
Este pequeño restaurante ofrece una experiencia auténtica y rústica, situada en un entorno natural impresionante con unas vistas increíbles a la bahía. La Hacienda se especializa en platos tradicionales dominicanos, preparados con recetas que han pasado de generación en generación. Ofrece comidas para grupos o en ocasiones especiales, así que conviene contactarles previamente antes de subir.
Porto by Mosquito (Las Terrenas)
Finalmente, Porto by Mosquito, ubicado en Playa Bonita, es conocido por su ambiente chic y relajado. Este restaurante de playa ofrece una fusión de platos internacionales y caribeños, todos preparados con un enfoque en la frescura y la calidad de los ingredientes. Con su decoración moderna y vistas al mar, Punta by Mosquito es el lugar perfecto para disfrutar de cócteles exclusivos y una comida deliciosa mientras disfrutamos de espectáculos musicales y actuaciones durante la noche.
Descubre Samaná con Soltour
Soltour, y su participación con Bahía Príncipe Hotels & Resorts, ofrece una experiencia turística excepcional en Samaná. La operadora ofrece paquetes turísticos que incluyen vuelos directos y estancias en régimen de media pensión o todo incluido, además de diferentes opciones de excursiones y actividades. Estos paquetes se pueden contratar en las mejores agencias de viajes del país que puedes buscar en su página web.
Más información: https://www.soltour.com/
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