Polonia es uno de los países europeos que mejor conserva la magia navideña. En sus plazas históricas, entre calles nevadas y tejados iluminados, las ciudades se llenan de aromas dulces, luces cálidas y una hospitalidad que transforma el invierno en una celebración colectiva. Este año, además, el país ha cobrado un protagonismo especial: la ciudad de Gdańsk ha sido elegida como el Mejor Mercadillo de Navidad de Europa 2025 por la organización European Best Destinations.

Un reconocimiento que confirma lo que muchos viajeros ya intuían: que Polonia es uno de los destinos más auténticos para vivir el espíritu navideño. Las calles se llenan de villancicos, los mercados ofrecen especialidades locales y las ciudades, cubiertas de nieve, parecen hechas para pasear sin prisa. Desde el Báltico hasta la Baja Silesia, cada mercadillo polaco tiene su personalidad, su ritmo y su forma particular de celebrar el invierno. ¿Te animas a conocerlos?

Gdańsk: la reina del Báltico y del invierno europeo

Situada a orillas del mar Báltico, Gdańsk se viste de gala cada diciembre. Su casco antiguo, de una elegancia que cautiva, se convierte en el escenario perfecto para uno de los mercados más bellos del continente. El Targ Węglowy, la gran plaza central, se llena de casetas de madera decoradas con luces y guirnaldas. A su alrededor, las fachadas de los edificios góticos y manieristas, reconstruidos con mimo tras la guerra, reflejan las luces navideñas en sus ventanales altos y estrechos.

El mercadillo combina la atmósfera marítima con el carácter artesanal de la región. En los puestos se encuentran productos típicos del norte, como el pescado ahumado o el pan de jengibre de Toruń, pero también joyas de ámbar, el tesoro natural del Báltico. No hay que olvidar que Gdańsk es la capital mundial del ámbar: su brillo dorado está presente en la decoración de las calles, en los adornos de los árboles y hasta en la iluminación de la noria que domina el horizonte urbano.

En el corazón del mercado hay un carrusel de madera que atrae tanto a niños como a adultos, y una cabaña dedicada a Papá Noel, o San Nicolás, donde familias enteras se detienen para tomarse una fotografía. Los aromas de vino caliente, canela y pastel de amapola llenan el aire, mientras grupos de músicos tocan villancicos tradicionales bajo la nieve.

Durante el día, conviene recorrer también la calle Długi Targ, una de las más fotogénicas de Europa, donde se concentran tiendas, cafeterías y talleres de artesanía. Y por la noche, subir a la noria ofrece una panorámica inolvidable del casco antiguo iluminado. Gdańsk es, sin duda, el punto de partida ideal para un viaje navideño por Polonia.

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Varsovia: una capital que brilla

Varsovia en Navidad

En Varsovia, la Navidad se vive con una energía distinta. La capital polaca ha sabido combinar la elegancia de sus edificios históricos con una iluminación espectacular que recorre toda la ciudad. A partir del 21 de noviembre, el centro histórico se transforma en un festival de luces. El Castillo Real, la plaza del mercado y las murallas medievales sirven de marco para el mercadillo principal, donde se venden artículos de madera, cerámica, tejidos de lana y dulces tradicionales como el makowiec, un pastel relleno de semillas de amapola.

Pero la verdadera atracción está en la Ruta Real, el gran paseo que recorre el centro de la ciudad. Todo el recorrido se adorna con millones de luces LED de bajo consumo, que este año recrearán escenas inspiradas en los años cincuenta, con estética vintage y colores suaves. A lo largo del paseo, cafeterías y puestos de comida invitan a hacer una pausa con un vaso de grzaniec, el vino caliente típico polaco, mientras los tranvías antiguos cruzan lentamente la avenida iluminada.

En la plaza de la Ciudad Vieja, una pista de hielo rodea la estatua de la Sirenita, símbolo de Varsovia. Es un lugar ideal para patinar al aire libre con música y vistas a las torres del casco viejo. Y volviendo al Palacio de Wilanów, allí los jardines se convierten en un auténtico espectáculo visual con su Jardín de las Luces, una instalación de arte lumínico que se extiende hasta finales de febrero.

Vuelos directos a Varsovia desde: Alicante, Barcelona, Bilbao (hasta el 6 de diciembre), Madrid, Málaga, Mallorca, Sevilla, Valencia, Fuerteventura y Tenerife.

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Poznań: arte en hielo y espíritu local

Poznan en Navidad

Ubicada entre Varsovia y Berlín, Poznań mantiene un encanto más cercano. Su plaza del mercado, de arquitectura renacentista y colores alegres, se convierte en un punto de encuentro invernal. Allí se instala el Mercado de Navidad de la Plaza de la Libertad, uno de los más populares de Polonia. Pero Poznań destaca sobre todo por su Festival Internacional de Esculturas de Hielo, que se celebra cada diciembre y atrae a artistas de todo el mundo. Durante unos días, bloques de hielo se transforman en esculturas efímeras que brillan bajo los focos y el aire frío.

El mercado se distribuye en dos zonas principales: la céntrica Plaza de la Libertad, con su ambiente más tradicional, y el recinto ferial Poznań Expo, que acoge un mercado cubierto de corte moderno, con puestos de diseño, productos locales y actuaciones musicales. En ambos lugares, el visitante puede probar pierogi recién hechos, embutidos ahumados o dulces de miel, mientras el aroma de las especias llena el aire.

Vuelos directos a Poznań desde: Alicante, Málaga y Valencia.

Cracovia: tradición y patrimonio en la gran plaza medieval

Cracovia en Navidad

Cracovia es, probablemente, la ciudad más hermosa de Polonia, y su mercadillo navideño está a la altura de su historia. La Plaza del Mercado (Rynek Główny), la más grande de la Europa medieval, se llena de puestos de madera que ofrecen artesanía, pieles, cerámica, dulces y decoraciones navideñas. En el centro, bajo la silueta de la Lonja de los Paños (Sukiennice) y la torre del Ayuntamiento, se escuchan los sonidos de trompetas que marcan cada hora desde la iglesia de Santa María.

Cada diciembre, Cracovia celebra además un evento único: el Concurso de Belenes de Cracovia (Szopka), una tradición que comenzó en 1937 y fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Los belenes son verdaderas obras de arte, inspiradas en la arquitectura de la ciudad: torres góticas, cúpulas doradas y fachadas coloridas en miniatura, construidas con papel de aluminio y cristal. Quien viaja en las primeras semanas de diciembre puede ver la exposición de las obras antes del concurso oficial.

Vuelos directos a Cracovia desde: Alicante, Barcelona, Bilbao (a partir del 9 de diciembre), Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Tenerife y Fuerteventura.

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Breslavia: luces y muchos gnomos

La ciudad de Breslavia (Wrocław), en la región de Baja Silesia, es un destino navideño ideal para familias y viajeros tranquilos. Su mercado, que se celebra entre finales de noviembre y principios de enero, transforma la plaza del ayuntamiento en un pueblo navideño lleno de encanto.

Una de las peculiaridades más divertidas de la ciudad es la búsqueda de los gnomos (krasnale), pequeñas esculturas de bronce escondidas por todas partes. Hay más de trescientas y cada una representa un oficio o una historia. Durante el mercado navideño, muchos visitantes aprovechan para buscarlas entre las luces y la nieve, convirtiendo la visita en una especie de juego urbano.

Breslavia también destaca por su oferta cultural. Los edificios barrocos del casco antiguo, cuidadosamente restaurados, albergan cafés, librerías y pequeñas galerías de arte. En el interior de la antigua estación de tren se monta cada diciembre Kolejkowo, una maqueta a escala que representa escenas de la vida cotidiana y, en Navidad, incluye una recreación del propio mercado hecha con galletas de jengibre. Es un espectáculo que encanta tanto a niños como a adultos y refleja la atención al detalle con la que Polonia celebra estas fechas.

Vuelos directos a Breslavia (a partir de diciembre) desde: Alicante, Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Valencia, Gran Canaria y Tenerife.

Más allá de los mercados: nieve, relax y cultura invernal

Zakopane en Navidad

Un viaje navideño a Polonia puede ampliarse fácilmente más allá de los mercadillos. El país ofrece múltiples estaciones para practicar esquí en los montes Cárpatos, especialmente en Zakopane, y rutas de esquí de fondo en el norte y el centro. También hay una larga tradición de baños termales y spas naturales: el complejo de Terma Bania, cerca de la frontera eslovaca, es uno de los más conocidos, con piscinas de agua geotermal al aire libre rodeadas de nieve.

A finales de enero, la cultura polaca muestra su lado más solidario con la Gran Orquesta de la Caridad de Navidad (WOŚP), un evento nacional que llena las calles de conciertos y actividades benéficas. Es una forma luminosa de cerrar la temporada y un reflejo del espíritu comunitario del país.

Este invierno, las aerolíneas LOT y Wizz Air han reforzado sus conexiones con España, facilitando escapadas directas desde varias ciudades españolas, convirtiendo a Polonia como uno de los destinos europeos más inspiradores para vivir la Navidad de forma auténtica y mágica.

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