Descubrir Lastres es el resumen perfecto de lo que es un viaje a Asturias. Un lugar a orillas del mar Cantábrico, de ecos marineros y pesqueros, con una costa donde se alterna el aspecto salvaje de los acantilados con la alegría de las playas. Y al mismo tiempo con el encanto montañoso de la sierra del Sueve que tiene a sus espaldas. Y por supuesto, con unas propuestas gastronómicas capaz de saciar a los paladares y a los estómagos más exigentes.

Un viejo pueblo ballenero

Lastres (Sara Riaño-Unsplash)

Lastres se ubica dentro del concejo de Colunga, en la mitad oriental de la costa cantábrica del Principado de Asturias. En algún momento determinado de la historia, se comenzarían a asentar allí las casas de marineros, que aprovechaban un puerto natural para amarrar sus naves. Unas naves que salían a capturar el más grande de los animales marinos: la ballena. Sí, este lugar tuvo orígenes como pueblo ballenero.

Con el tiempo el tipo de pesca se fue diversificando. Hasta hoy que se mantiene una buena flota pesquera. Si bien es cierto que entre las fuentes de riqueza de sus habitantes apareció ya hace tiempo el turismo. En forma de alojamientos, restaurantes o actividades de ocio. Y es que este rincón de la Costa Verde tiene mucho que ofrecer y cada día son más los viajeros que desean descubrirlo y disfrutarlo. Al fin y al cabo estamos hablando de uno de los pueblos más bonitos de Asturias.

Lastres de noche (Cavedajr-Pixabay)

Lastres como un teatro

Una de las señas de identidad de Lastres es la disposición de sus casas. Se trata casi de un graderío de viviendas que aprovechan hasta el último centímetro de la primera línea de mar. Se van amontonando, unas encima de otras, sin temor a la altura del acantilado. Es como si todas quisieran disfrutar de la presencia del Cantábrico, la auténtica razón de ser de Lastres.

Recomendamos subir hasta las partes más altos, y como si fueran los palcos de los privilegiados gozar de las vistas que ofrecen rincones como La Altaya o el Mirador de San Roque. Y mientras, por contraste, en la parte baja hay pasear por el origen de todo, el barrio de los Balleneros.

El aspecto más elegante de Lastres

Pueblo de Lastres (Javier Alamo-Pixabay)

No obstante, hay que decir que los humildes orígenes de la población, con el paso del tiempo se transformaron en riqueza. Y de ello da cumplida muestra la arquitectura más señorial del núcleo. Gran parte de ella se acumula en la Calle Real, donde se alternan las casas de pescadores con otras residencias de aspecto más palaciego. Y también destaca la presencia de la Torre del Reloj.

Este torreón no es muy alto, teniendo en cuenta que mide 12 metros, pero su arquitectura del siglo XVIII plasma a las mil maravillas el momento de auge económico que vivió en esa época Lastres. Es cierto que había una torre anterior, pero la riqueza dieciochesca que inundó la población hizo que incluso sus vecinos decidieron traer un reloj desde Londres para que diera la hora en la costa asturiana.

Más monumentos que ver en Lastres

Calle de Lastres (Javier Alamo-Pixabay)

El tamaño de Lastres permite ver todo lo que tiene de interés sin demasiado esfuerzo. Y además cuando hay alguna cuesta que subir, como por ejemplo la que nos lleva hasta la Capilla de San Roque en el mirador del mismo nombre, el esfuerzo se ve recompensado de forma más que gratificante. Por cierto si te gusta ver arquitectura religiosa, aquí vas a disfrutar porque también debes visitar la ermita de San José o la Capilla del Buen Suceso.

No obstante el templo más identificativo es la iglesia de Santa María de Sádaba. Una construcción de esta época de esplendor que os hemos comentado. Aunque es cierto que su arquitectura a caballo del barroco y el arte neoclásico guarda otras joyas litúrgicas anteriores, como una imagen renacentista del Jesús en la Cruz.

También de esos tiempos de prosperidad son las grandes casonas de Lastres, en cuyas fachadas no faltan los escudos heráldicos, a veces creados para la ocasión. Durante el paseo seguro que os llaman la atención las más espectaculares como la Casa de los Robledo, la de de Don Pedro, la Casona de Don Pedro Suerpérez o el Palacio de los Vallados.

El puerto y la playa de Lastres

Playa de Lastres (Omer Toledano)

Tanto caminar requiere recuperar fuerzas, y para eso lo mejor es irnos aproximando al puerto. Allí es obligado tomar algo. O mejor aún darse un festín con los platos marineros locales. El pescado y marisco fresco está garantizado. Y además por mucho que se coma, no hay prisa. Ya que luego uno puede descansar plácidamente en la playa que hay junto al puerto.

Y si lo tuyo es de aprovechar la estancia a tope. No te preocupes porque todavía puedes ver más cosas. Podrás acercarte hasta el carismático Faro de Lastres. Y ahí prepárate para sobrecogerte con las vistas de la Costa Verde de Asturias.

O si lo prefieres puedes ir hacia la playa de la Griega. El lugar merece una foto con sus arenas doradas y también puedes buscar el sendero que lleva hasta un yacimiento paleontológico que conserva icnitas. Es decir, huellas de dinosaurios. Son unas huellas enormes, de las cuales puedes saber mucho más si vistas el Museo del Jurásico (MUJA) que hay en la población. Ideal para aquellos que viajéis con niños.

Por último, una recomendación para todos aquellos que combinan su pasión por las series de televisión con el turismo. En Lastres se grabó hace unos años la exitosa serie Doctor Mateo, todo un referente televisivo anterior al boom del streaming y las plataformas actuales. De manera que los nostálgicos, puede darse un paseo por los escenarios naturales donde se filmó aquella ficción repleta de personajes singulares.