No son pocos los tesoros que guarda Asturias. Aunque parece que lo conocemos todo de uno de los municipios más famosos y reconocidos de España, seguro que aún quedan ciertos rincones de los que no te habías percatado. Conoce algunos de los rincones más bonitos de Asturias y anótalos en tu cuaderno de viaje como posibles destinos a los que recurrir en tu próximo viaje.

El bosque de Miera

Valle del Infierno
Valle del Infierno

Siete kilómetros carretera arriba desde Epinaréu, podremos llegar al área recreativa de La Pesanca. Se trata de una vega arbolada que se encuentra en los alrededores del río del Infierno. Aquí disfrutaremos de un bonito bosque de castaños y robles que nos ayudan a hacernos una idea de la forma autóctona que tenían los árboles del Principado en épocas pasadas.

El arboreto de Miera es conocido por ser la zona más oscura del bosque, así como la que más llama la atención de los visitantes. Es muy curiosa, además, ya que en este lugar los castaños y los robles que forman parte de ella pueden superar las edades centenarias. Sin duda uno de los lugares más bonitos que ver en Asturias.

La ermita de la Regalina

Ermita de la Regalina
Ermita de la Regalina

Hablar de Asturias es hacerlo de sus zonas rurales. Una de ellas es Cadavedo, situada entre Cudillero y Luarca. Llama la atención la pequeña carretera que cruza el pueblo. Si la seguimos, llega a una llanura que se encuentra rodeada por acantilados.

En medio de esta, podremos disfrutar de una ermita muy pequeña y humilde, aunque también muy característica. Se trata de la ermita de la Regalina, desde la que podremos observar una de las mejores vistas de la costa. La virgen de Regalina tiene mucho que ver con los marineros, así como con los peregrinos.

Iglesia de los Dolores

Iglesia de los Dolores – Foto de Pedro M. Martínez en Wikipedia

No imagines la Iglesia de los Dolores como el templo más grande del Principado, ni el más imponente. A pesar de tampoco ser el más antiguo, destaca por algo que te cautivará: su excelente ubicación. Situada en Barro, que se trata de una bonita y pacífica aldea, esta iglesia se erige de forma solitaria.

En el momento de la pleamar, el agua llega al muro que rodea el templo, así como al cementerio, lo que convierte la escena en una verdadera postal. Contemplarla te hará llenarte de paz gracias a sus líneas puras y atardecer sin igual. Destaca que también ha servido como escenario de algunas películas como “El Abuelo”, de José Luis Garci.

Palacio Selgas

Palacio Selgas
Palacio Selgas – Foto: Anton Zekeriev Rodin 

Si alguna vez has escuchado hablar del Versalles asturiano es este palacio al que se hace referencia. Aunque es el más grande y lujoso de Asturias, tampoco hace falta compararlo con el francés para destacar todas las virtudes y bondades por las que se caracteriza. Se encuentra situado en El Pito, pedanía de Cudillero y se trata de una ambiciosa obra modernista rodeada por jardines decorados con fuentes, lagos, cascadas, etc.

En el interior, además, podremos encontrar algunas obras de pintores como Tiziano, Goya o El Greco. Los hermanos que lo construyeron donaron también las Escuelas Selgas, donde educaban a los niños del pueblo.

Cementerio de Luarca

Cementerio de Luarca
Fuenta: Flickr/Miguel Fabre CC BY-NC-ND 2.0

Si por algo es por lo que destaca el Cementerio de Luarca es por sus impresionantes vistas. Es uno de los puertos más importantes de Occidente, pero, además de por eso, la localidad ha alcanzado la fama debido a su singular cementerio. Este cuenta con las mejores vistas del mundo podríamos decir, además de ser uno de los más bonitos.

El parque en el que se encuentra está abierto al mar, por lo que este lugar de descanso no pudo ser mejor elegido: un enclave silencioso, armonioso y en el que tan solo las olas rompen el cuidado silencio de respeto que se profesa. Un dato a tener en cuenta es que no es un cementerio de marineros a pesar de contar con el mar como auténtico protagonista, sino que más bien es el lugar donde descansa la burguesía local.

Cuevas de Tito Bustillo

Tito Bustillo – Foto: Wikipedia

En Asturias también encontramos grandes rincones repletos de arte paleolítico. Uno de ellos son las Cuevas del Tito Bustillo, unas grutas que se encuentran muy cerca de Ribadesella y donde se muestran algunas figuras de animales rupestres. Destaca, sobre todo, la Galería de los Caballos.

Además, también llaman la atención otros motivos mucho más explícitos y de amplio carácter sexual, por lo que este rincón es el único en todo el mundo, ya que no se ha encontrado nada parecido en ningún otro lugar. Las pinturas son de entre los años 25.000 y 7.000 antes de Cristo, y cada vez son más los hallazgos que demuestran que en este lado de la costa asturiana ha habido presencia del hombre desde hace más de 250 siglos.

Santa María de Covadonga

Basilica de Santa María de Covadonga
Basílica de Santa María de Covadonga

Muchos son los mitos que rodean a Covadonga. Situada a 10 kilómetros de Cangas de Onís, ya se ha ganado el título como uno de los santuarios más famosos de nuestro país. De acuerdo a la leyenda, don Pelayo oró aquí, ante la imagen de la Virgen, antes de la famosa batalla de Covadonga, allá por el año 722, para iniciar la conocida como Reconquista. Sus primeros habitantes fueron los monjes de una comunidad benedictina, que cuidaban de un monasterio que ardió en el siglo XVII.

Después de eso, se construyó el edificio actual, mezclando el románico y el gótico francés, teñido de un atrayente tono rojo. Todo ello llama la atención en este rincón de Asturias que no te puedes perder.