El pasado mes de julio, Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia, celebró por todo lo alto su 500 aniversario, fusionando la historia y el turismo en un evento inolvidable. La tradicional Fiesta del Mar se unió a una ambiciosa agenda cultural que incluyó desde una ceremonia indígena de pagamento en la Sierra Nevada y un festival por la paz en la Quinta de San Pedro Alejandrino, hasta un espectacular concierto con artistas como Carlos Vives.

Los festejos culminaron con un show piromusical que iluminó la bahía, dejando claro que, a sus 500 años, Santa Marta se consolida como un destino turístico que celebra su rica herencia cultural y una mezcla de paisajes espectaculares.

La ciudad más antigua de Colombia

Parque Tayrona

El 29 de julio de 1525, el conquistador español Rodrigo de Bastidas estableció la que se convertiría en la ciudad más antigua de Colombia y una de las primeras en el continente americano. La fundación de Santa Marta marcó el inicio de la colonización en el territorio colombiano y la convirtió en un puerto estratégico para la Corona Española. 

Sin embargo, este relato histórico no puede contarse sin mencionar a los pueblos indígenas que habitaban la región, particularmente los Tayrona, una de las culturas precolombinas más avanzadas y organizadas de América. Con sus impresionantes centros urbanos como la Ciudad Perdida (Teyuna), los Tayrona ofrecieron una feroz resistencia a la conquista, protegiendo su territorio y su cosmovisión. A pesar de los conflictos, su legado cultural sigue vivo y es un pilar fundamental de la identidad samaria. 

El paso del tiempo convirtió a Santa Marta en un testigo silencioso de la historia de la región. El evento más trascendental en este sentido es, sin duda, la muerte de Simón Bolívar. En 1830, tras su renuncia a la presidencia y el fracaso de su sueño de la Gran Colombia, el "Libertador" se refugió en la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde finalmente exhaló su último aliento. Este lugar se ha convertido en un santuario histórico, un recordatorio de los ideales de libertad y la compleja historia de la independencia en América Latina.

Una geografía única: mar y montaña se abrazan

Hacienda cafetalera en Sierra Nevada

La geografía de Santa Marta es su mayor tesoro. La ciudad se encuentra a los pies de la Sierra Nevada de Santa Marta, un macizo montañoso que es el sistema costero más alto del mundo. Sus picos nevados, el Cristóbal Colón y el Simón Bolívar, se alzan majestuosamente, creando un ecosistema único que abarca desde las playas tropicales hasta los páramos andinos.

Pero la Sierra Nevada es mucho más que un prodigio natural; es el corazón espiritual de la región. En ella habitan los "hermanos mayores", cuatro pueblos indígenas descendientes directos de los Tayrona: los Arhuacos, Koguis, Wiwas y Kankuamos. Estos grupos, que han mantenido sus tradiciones y conocimientos ancestrales, consideran la Sierra Nevada como el centro del universo y a sí mismos como los guardianes de la Madre Tierra. Su sistema de creencias, conocido como la "Línea Negra", conecta los sitios sagrados del territorio, y sus líderes espirituales, los "mamos", son los encargados de preservar el equilibrio cósmico a través de rituales y ceremonias. La presencia de estos pueblos le otorga a Santa Marta una dimensión cultural y espiritual profunda, que contrasta con el pasado de la colonización y enriquece su identidad. 

Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida

El espíritu de celebración por el aniversario de la ciudad contagió a cada rincón, y la oferta turística se sumó a la conmemoración con una visión de respeto y arraigo cultural. El equipo de Descubrir tuvo la oportunidad de vivir esta experiencia en primera persona, en colaboración con el Santa Marta Marriott Resort Playa Dormida, una propiedad que va más allá del simple hospedaje para convertirse en un reflejo de la herencia samaria.

Como lo expresó Tomás Ford, gerente general del hotel: "Celebrar los 500 años de Santa Marta es un honor y un privilegio. Esta ciudad no solo representa la historia viva de Colombia, sino también la calidez y resiliencia de su gente. En el Marriott nos sentimos orgullosos de ofrecer a nuestros huéspedes una experiencia que conecta con el legado, la cultura y la belleza única de este destino extraordinario". La integración con la cultura local es evidente en el diseño del hotel, que incorpora detalles en madera y piedra, y exhibe objetos sagrados de los pueblos indígenas, como mochilas y tutusomas, honrando la cosmovisión de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Cultura y sabores llegados de todo el mundo

Catedral de Santa Marta

La riqueza cultural de Santa Marta se manifiesta en cada rincón. El Centro Histórico, con sus calles adoquinadas y coloridas fachadas coloniales, invita a un recorrido pausado. El Parque de los Novios es el epicentro de la vida nocturna y un punto de encuentro para locales y visitantes. Monumentos como la Catedral Basílica de Santa Marta, la más antigua de Suramérica, y el Museo del Oro Tayrona, que exhibe impresionantes piezas de orfebrería precolombina, narran la historia de la ciudad de una manera tangible. 

Junto a Santa Marta, el Parque Nacional Natural Tayrona es su principal atractivo, con playas de ensueño como Playa Cristal, que se funden con la selva tropical. La ciudad también es la puerta de entrada a la Ciudad Perdida, un tesoro arqueológico oculto en la Sierra Nevada que es uno de los destinos de senderismo más desafiantes y gratificantes del mundo. 

Para los amantes de la naturaleza, el pueblo de Minca, en las estribaciones de la Sierra, ofrece una experiencia de ecoturismo única con sus fincas cafeteras, cascadas refrescantes y una increíble diversidad de aves. La reserva natural de Mamancana, con sus actividades al aire libre y su enfoque en el turismo sostenible, es otra opción para quienes buscan conectar con el entorno.

Finalmente, el pintoresco pueblo de pescadores de Taganga, con su atmósfera bohemia y sus aguas cristalinas, es ideal para practicar buceo o simplemente disfrutar de un atardecer inolvidable en la bahía. En su 500 aniversario, Santa Marta celebra no solo su historia, sino también su futuro, como un destino que honra su pasado, protege su riqueza natural y cultural, y ofrece una experiencia inolvidable a cada visitante.

La gastronomía es otro de los pilares de la identidad samaria. La cocina es un verdadero crisol de influencias indígenas, africanas y españolas. Los sabores del mar son los protagonistas, con delicias como el pescado frito con patacones y arroz con coco, la suculenta cazuela de mariscos y el bollo de yuca. Un plato que no se puede dejar de probar es el cayeye, un puré de guineo verde que se sirve con queso costeño, cebolla y suero, y que constituye el desayuno tradicional de la región.

Una celebración muy especial

En julio de 2025, Santa Marta se convirtió en el epicentro de Colombia para una celebración que marcó cinco siglos de historia. La conmemoración de su 500 aniversario fusionó la tradicional Fiesta del Mar con una agenda cultural sin precedentes, que se extendió desde el 23 hasta el 29 de julio. La ciudad disfrutó con una diversidad de eventos que honraron su pasado y proyectaron su futuro.

La programación incluyó una ceremonia indígena de pagamento con la presencia del Presidente de la República, Gustavo Petro y la celebración del Festival de las Culturas, las Artes y los Saberes por la Paz en la Quinta de San Pedro Alejandrino. El punto álgido de los festejos fue el Superconcierto Santa Marta 500 años, en el que participaron artistas de talla mundial como Carlos Vives, Grupo Niche y Elder Dayán. Además, el cierre contó con un espectáculo piromusical que iluminó la bahía, simbolizando el brillo de una ciudad que, a sus 500 años, sigue siendo el corazón cultural del Caribe colombiano.