Marrakech es sinónimo de vida ajetreada. Sus zocos rebosan de comerciantes que no dejan escapar ni un cliente, las motos atraviesan las callejuelas de la medina con una naturalidad que sorprende (y asusta) a cualquier visitante primerizo, y la plaza de Jemaa el-Fna concentra a diario un espectáculo de sonidos, aromas y movimientos incesantes. La ciudad atrae precisamente por esa energía, pero también plantea un reto: ¿dónde encontrar un espacio de silencio después de un día de estímulos intensos?

El Park Hyatt Marrakech, inaugurado en julio de 2024, nació con la vocación de ofrecer esa respuesta. Situado en el Al Maaden Golf Resort, a unos quince minutos en coche del centro histórico, el complejo combina los estándares de lujo de una marca internacional con la tranquilidad de un entorno apartado. El viajero puede adentrarse en la medina, disfrutar de museos y palacios y volver en cuestión de minutos a un espacio que prioriza la calma. La propuesta ha sido diseñada para convertirse en un refugio donde el descanso, la gastronomía y el bienestar tengan tanto peso como la propia exploración cultural de la ciudad.

Diseño del hotel y habitaciones

Park Hyatt Marrakech

El Park Hyatt Marrakech fue concebido por el arquitecto Imaad Rahmouni, con la premisa de crear un resort de baja densidad. En lugar de concentrar a todos los huéspedes en un gran edificio central, el proyecto se organiza en pabellones y patios que se distribuyen alrededor de jardines. Este planteamiento tiene varias ventajas: garantiza privacidad, evita la sensación de aglomeración y permite que los desplazamientos internos sean tranquilos y cortos.

En total, el hotel ofrece 130 habitaciones, de las cuales 69 son suites. El dato es significativo porque revela la apuesta por un producto de gran amplitud. Cada estancia se ha diseñado con una estética sobria y materiales locales de alta calidad. Los interiores integran mobiliario contemporáneo, textiles confortables y baños equipados con duchas amplias y bañeras en las categorías superiores. Todas disponen de terraza o balcón, lo que refuerza la conexión con el exterior.

La insonorización, la climatización silenciosa y la ropa de cama son elementos centrales para garantizar el descanso. La amplitud de las suites permite que funcionen tanto para parejas que buscan estancias largas como para familias que requieren más espacio.

En cuanto a los espacios de uso común, el hotel alberga un Meeting Residence de 1.000 m², un bloque independiente con siete salas modulares y áreas exteriores. Esta infraestructura está pensada para acoger desde conferencias y presentaciones corporativas hasta celebraciones privadas o bodas. Gracias a este diseño versátil, el hotel logra atraer tanto al público de ocio como al segmento MICE.

Bienestar y golf

Park Hyatt Marrakech

Uno de los grandes atractivos del Park Hyatt Marrakech es su spa de más de 2.000 m². En una ciudad donde la tradición del hammam forma parte de la vida cotidiana, el hotel ha integrado esta práctica en un espacio moderno y de gran escala. El área incluye un hammam tradicional, piscinas interior y exterior, sauna, jacuzzi y cabinas para tratamientos especializados. La carta de masajes y terapias combina técnicas locales con propuestas internacionales, lo que permite elegir entre experiencias relajantes o tratamientos más intensivos.

El gimnasio, equipado con maquinaria de última generación, ofrece un espacio bien ventilado para quienes desean mantener sus rutinas deportivas durante la estancia. En conjunto, el bloque de bienestar no es un complemento, sino una parte esencial de la experiencia que propone el hotel.

Park Hyatt Marrakech

Otro de los pilares de la oferta es el golf. El complejo se encuentra dentro del Al Maaden Golf Resort, un campo de 18 hoyos diseñado por Kyle Phillips. La integración con el hotel es total: la conserjería gestiona reservas de tee time, organiza traslados y ofrece servicio de almacenaje para palos. Para los jugadores habituales, la proximidad al campo supone una comodidad considerable. Para los debutantes, se trata de una oportunidad de iniciarse en un entorno de calidad internacional.

Incluso para quienes no practican golf, la amplitud del paisaje del resort aporta una sensación de calma y apertura visual. Marrakech, con su ritmo urbano intenso, suele asociarse a espacios más compactos y bulliciosos. Contar con un entorno de jardines, lagos artificiales y vistas despejadas al Atlas supone un valor añadido que distingue al hotel dentro de la oferta de lujo de la ciudad.

Restauración y gastronomía

Park Hyatt Marrakech

La gastronomía ocupa un papel protagonista en el Park Hyatt Marrakech. El chef ejecutivo Issam Rhachi dirige los cuatro restaurantes del complejo, cada uno con un concepto diferenciado.

Tfaya se ha convertido en la referencia culinaria del hotel. Funciona como brasserie con identidad marroquí, donde los platos tradicionales se presentan con técnicas contemporáneas y producto de calidad. El nombre del restaurante hace referencia a una mezcla de especias emblemática de la cocina marroquí, y la carta refleja esa esencia a través de recetas adaptadas a un formato internacional.

Pavillon Terrace & Pool cubre el servicio durante todo el día. Es el espacio ideal para desayunos largos, comidas ligeras y cenas informales, con una carta mediterránea y fresca que se adapta bien al clima y al ambiente relajado del resort.

Además, el hotel cuenta con otros dos espacios gastronómicos que completan su propuesta: uno enfocado en cocina internacional, pensado para quienes buscan sabores familiares o viajan en familia, y otro de carácter más flexible, con menús ligeros y horarios extendidos para cubrir necesidades fuera de los turnos habituales.

En un destino donde la competencia hotelera es intensa, especialmente en el sector lujo, el Park Hyatt Marrakech busca diferenciarse aportando una tranquilidad dirigida tanto a clientes corporativos que necesitan infraestructuras de calidad como a un turista que valora la serenidad sin renunciar a la cercanía de la ciudad roja.