Palma de Mallorca, la gran ciudad de las islas Baleares sin duda alguna es una de las joyas del turismo en España. ¿Qué no tiene Palma? En su casco urbano se pueden dar relajados paseos entre vistosos monumentos, además los amantes del shopping pueden disfrutar tanto comprando creaciones de grandes firmas como otros recuerdos mucho más originales y tradicionales. Por si fuera poco su oferta de ocio, cultural, hotelera o de restaurantes es amplísima.

Pero no acaban aquí los encantos de Palma de Mallorca. Estamos hablando de una ciudad ubicada en la mayor de las islas Baleares. Y nombrar Baleares es tanto como decir fantásticas playas y encantadoras zonas de baño. Pues bien, por supuesto también de esos encontramos en la capital mallorquina. Ahora os lo contamos con más detalle para que os animéis a visitar Palma de Mallorca.

La ciudad de Palma de Mallorca

Palmeras en Palma, Unsplash, Nusa Urbancek

El conjunto urbano de Palma de Mallorca es relativamente extenso y con una población estable de más de 400.000 habitantes. Si bien dada su enorme oferta hotelera, esta población se multiplica varias veces durante la temporada alta de verano. En definitiva, estamos hablando de una ciudad grande y con mucho que ver. Si bien su parte más emblemática es el casco histórico donde se encuentra sus monumentos más esplendorosos:

Catedral de Palma de Mallorca

Catedral de Palma, Unsplash, Yves Alarie

De entre todo el patrimonio mallorquín, sin duda alguna el edificio de la Catedral destaca sobremanera. Desde fuera se puede apreciar a las mil maravillas todos los esquemas constructivos del arte gótico que inundaron los templos de los grandes ciudades europeos a partir del siglo XIII.

Sin embargo, la Catedral de Palma de Mallorca es distinta a todas esas grandes iglesias del continente, principalmente por su ubicación a las mismas orillas del mar Mediterráneo. Esa conjunción de piedra, arte y mar lo convierte en un monumento imprescindible en el patrimonio español. Al cual en los últimos tiempos se le ha añadido otro elemento distintivo y único: la singular Capilla del Santísimo creada por Miquel Barceló, el artista mallorquín más internacional de nuestros días.

Palacio Real de La Almudaina

Palacio de La Almudaina, Pixabay, Fabien3x9

Junto a la Catedral está otro de los elementos destacados del patrimonio histórico de Palma de Mallorca. Nos referimos al Palacio Real de La Almudaina. Una construcción del siglo XIV, y por lo tanto también gótica, si bien adaptada a la actualidad, de hecho su categoría de “real” se debe a que se convierte en la residencia de la monarquía española durante sus habituales estancias en Palma.

Los patios renacentistas

Patios históricos, Pixabay, Koc Bar

Generalmente para llegar hasta La Almudaina y la Catedral se suele recorrer antes el casco histórico paseando, y dejando el coche o el transporte público en la parte más moderna. Pues bien, una forma muy interesante de recorrer esas calles es haciendo la ruta de los patios renacentistas. Un recorrido por algunos de los palacios más elegantes que tuvo y sigue teniendo la capital balear y que nos habla de su pasado comercial.

Plaza Mayor

Plaza Mayor de Palma, Pixabay, Medienservice

Hemos dicho que para recorrer el casco histórico, es habitual iniciar el itinerario desde una zona más moderna de la urbe. Pues bien, uno de los puntos predilectos para adentrarse en las calles más antiguas es la gran Plaza Mayor. La cual como su propio nombre indica es la más amplia de la vieja ciudad.

Una plaza con sus soportales, su arquitectura uniforme y sus diferentes cafés y restaurantes. El punto de encuentro perfecto, a partir del cual recorrer el laberinto urbano en el que se alternan edificios históricos, boutiques, casonas modernistas o bares de lo más singulares.

Castillo de Bellver

Castillo de Bellver, Unsplash, Patrick Baum

Un tanto alejado del casco urbano y sobre el famoso puerto deportivo de Palma de Mallorca se encuentra el Castillo de Bellver. Una construcción también de tiempos góticos, como otros monumentos emblemáticos, pero que además tiene una singular forma circular que le confiere una personalidad especial.

Merece la pena la visita por varios motivos. Para admirar su arquitectura, para disfrutar de las vistas sobre el mar Mediterráneo, gran parte de Palma y una buena porción de isla de Mallorca, y además para disfrutar de su interesante programación cultural.

Las playas de Palma de Mallorca

Playa de Palma, Pixabay, Edrews

Si hay algo que buscan los viajeros que llegan a Mallorca son sus playas. Pues bien, también en la capital isleña van a encontrar fantásticas playas urbanas. Suelen estar a un paso de los hoteles y con unos fáciles accesos, además de todo tipo de servicios.

De todas ellas, la más concurrida y de mayores dimensiones es la del Arenal. Pero hay más. Por ejemplo está Cala Major, la playa de Ciudad Jardín, Cala Estancia, Cala Blava o Can Per Antoni. O sea, playas para todos los gustos, e incluso si se pasan varios días en Palma de Mallorca, algo más que recomendable, siempre se puede ir variando de una a otra.

Ir en un tren centenario

Soller, Unsplash, John Fetridge

Ya que os invitamos a pasar varias jornadas en Palma de Mallorca, otra de las actividades imprescindibles es hacer un viaje en la historia. Algo tan sencillo como tomar el tren eléctrico con más de 100 años de historia que viaja desde el centro de Palma hasta la población de Soller, atravesando la sierra de Tramuntana. Una experiencia viajera en toda regla, en la que es tan importante el destino como la forma de llegar hasta él.