Nuestro viaje nos lleva hoy a la mayor de las islas azorianas, São Miguel, un paraíso de volcanes y paisajes de un verde intenso. En la capital, Ponta Delgada, se inauguró hace unos meses el Mercure Ponta Delgada Azores, una reciente incorporación al Grupo Accor que, con esta apertura refuerza su presencia en Iberia superando los 138 hoteles entre Portugal y España.
Este hotel se ubica en un edificio con historia: la antigua y célebre Pensão Central, completamente restaurada bajo avanzados criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. Hemos viajado hasta allí para descubrirte todos sus detalles.
Diseño funcional y habitaciones amplias

Mercure es una marca con una pasión declarada por las Local Discoveries, que busca siempre ofrecer experiencias inmersivas que conecten al huésped con lo más auténtico de cada destino. Con esta filosofía, el hotel se posiciona como una puerta de entrada a la “mágica Isla de São Miguel”, lista para desvelar al viajero lo más singular de este archipiélago atlántico portugués.
La calidad del servicio es uno de los valores más importantes de la marca, con un equipo centrado en que los clientes vivan una experiencia única y auténtica. En palabras de Corneliu Popa, Director General del hotel, esta inauguración es un “hito que aúna tradición y modernidad, creando un vínculo único entre la hospitalidad mundialmente reconocida de Mercure y la autenticidad incomparable y genuina de la isla de São Miguel”.





Mercure Ponta Delgada Azores
El Mercure Ponta Delgada ocupa el histórico edificio de la antigua Pensão Central, un inmueble emblemático situado en la Rua Machado dos Santos, la principal calle comercial del centro. Durante décadas formó parte del pulso urbano de la ciudad, acogiendo viajeros y actividad hostelera en pleno corazón de São Miguel. Su ubicación estratégica, a pocos pasos de las principales plazas, el puerto y el mercado, consolidó su papel como uno de los referentes del casco urbano.
Cuando Accor decidió transformarlo en hotel Mercure, se llevó a cabo una rehabilitación integral que respetó su carácter original y, al mismo tiempo, lo adaptó a las necesidades actuales. La reforma conservó la esencia del edificio mientras incorporaba diseño moderno, eficiencia energética y nuevos espacios. El edificio reabrió sus puertas como hotel Mercure en abril de 2025 y, tal y como nos cuentan, desde ese día son muchos los locales que se acercan emocionados a descubrir cómo se ha transformado un lugar que siempre formó parte de su memoria.




Mercure Ponta Delgada Azores
Quienes lo hacen, descubren un diseño interior que apuesta por un estilo moderno y funcional, en línea con los elementos que distinguen a la marca: una atmósfera cálida, ambientación enraizada en lo local y detalles decorativos que conectan con la naturaleza. Más allá de la estética, el hotel integra un storytelling presente en cada rincón: maletas antiguas, mapas y brújulas evocan a los primeros exploradores que se hospedaron en la isla, fomentando el espíritu viajero del huésped.
El hotel cuenta con 75 habitaciones de diseño contemporáneo, basadas en líneas limpias, tonos suaves y detalles que evocan la naturaleza volcánica y atlántica de las Azores. Ofrece distintas categorías, desde la estándar hasta la superior o Privilege, además de opciones familiares.
Todas las estancias comparten estándares de calidad: iluminación natural, mobiliario ergonómico, escritorio, climatización individual, cafetera y minibar.
Bienestar y servicios




Mercure Ponta Delgada Azores
Donde el hotel realmente destaca es en sus instalaciones dedicadas al bienestar. Dispone de dos piscinas al aire libre (para adultos y niños), además de un spa con piscina cubierta climatizada, sauna, baño turco y duchas sensoriales, conformando un auténtico oasis urbano de relajación.
Para el segmento corporativo, cuenta también con una sala de reuniones con capacidad para hasta 60 personas. Todo ello ha sido diseñado para ofrecer un servicio completo y de calidad. Tal y como subraya Marc Serarols, SVP Operations Franchised Iberia, Mediterranean & North Africa de Accor: “Estamos orgullosos de inaugurar este tan esperado establecimiento, un hotel con todos los servicios y diseñado para ofrecer experiencias excepcionales a nuestros huéspedes. Estamos seguros de que, con su ubicación privilegiada, el Mercure Ponta Delgada Azores será un referente en las islas”.
Gastronomía local bajo la Bruma







Mercure Ponta Delgada Azores
La gastronomía en las Azores se basa en el producto local y de temporada, y el Mercure Ponta Delgada se alinea con esta identidad desde el primer momento del día. Su espacio gastronómico, que funciona como restaurante durante el día y como bar al caer la tarde, es el corazón culinario del establecimiento.
La experiencia comienza con un desayuno buffet que mantiene el excelente nivel habitual en Accor: fruta fresca, incluidas las famosas piñas de São Miguel, panes y repostería, quesos azorianos, embutidos, huevos y opciones para todo tipo de huésped.
Durante el día, el hotel ofrece una carta de platos y aperitivos que combina sencillez bien ejecutada con guiños al producto local. Una alternativa ideal para quienes vuelven cansados de las excursiones o buscan comodidad sin renunciar a la calidad.
Por la tarde, el espacio se transforma: el restaurante da paso a un ambiente moderno y acogedor que se abre hacia la calle, fomentando la conexión con la población local. Su carta de cócteles de autor elaborados con ingredientes regionales, junto a sus aperitivos fríos y calientes, mantiene la filosofía Discover Local de Mercure, centrada en poner en valor la cultura y la gastronomía del lugar.
São Miguel: aventura natural y cultural




São Miguel
El Mercure Ponta Delgada Azores es la puerta de entrada perfecta para descubrir la naturaleza espectacular de São Miguel, una isla que conserva un halo de misterio gracias a su ubicación remota y su exuberante paisaje. El equipo del hotel ofrece recomendaciones personalizadas para que cada huésped pueda descubrir tesoros locales que muchas veces pasan desapercibidos.
Entre las experiencias más recomendadas destaca la visita a una plantación de piñas, uno de los cultivos más singulares de las Azores. En sus estufas o invernaderos tradicionales, calentados de forma natural, se cultiva el famoso ananás dos Açores, cuyo proceso de maduración puede superar los dos años. La visita permite descubrir todo el ciclo del fruto y degustarlo en forma de zumo, licor o, claro, postre.
Más allá de esto, la isla sorprende con sus tres grandes calderas volcánicas: la icónica Lagoa das Sete Cidades, la Reserva Natural de Lagoa do Fogo y la zona de Lagoa das Furnas, con fumarolas y el famoso Cozido das Furnas cocinado bajo tierra. Las aguas termales, como Caldeira Velha o el Parque Terra Nostra, y las experiencias de avistamiento de cetáceos son otras opciones recomendadas en la enorme oferta de actividades que se pueden realizar en la isla.
En cuanto a la ciudad, Ponta Delgada es una de las urbes más atractivas del archipiélago. Combina arquitectura blanca y basáltica, plazas porticadas, iglesias centenarias y un precioso paseo marítimo que se abre al Atlántico. A ello se suman pequeñas playas urbanas, jardines exuberantes y un entramado de calles coloridas y llenas de vida local, convirtiéndola en una base ideal para explorar la isla.

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