La semana pasada, la capital española se convirtió en el escaparate de la notable riqueza agroalimentaria de Extremadura. Un selecto grupo de un centenar de profesionales, que incluía a miembros de la prensa especializada, distribuidores y destacados hosteleros, se congregó en el exclusivo espacio Kitchen Club, en la calle Orense de Madrid.

El motivo fue una cuidada presentación organizada por la Junta de Extremadura, a través de Extremadura Avante y su marca promocional Alimentos de Extremadura, destinada a dar a conocer y permitir la degustación de los productos más emblemáticos amparados por las 16 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) que atesora la región. Una vez más, la despensa extremeña, fruto de siglos de historia y tradición, demostró la autenticidad y la vasta amplitud de su patrimonio culinario, uno de los más completos de España.

Una cultura de sabor y pasión regional

Ángel Juan Pachecho, Presidente de ACREX, con Adriana Gragera, Responsable del Área de Internacionalización y Comercialización de Extremadura Avante, durante la apertura del acto

El encuentro fue inaugurado por Adriana Gragera Slikker, Responsable del Área de Internacionalización y Comercialización de Extremadura Avante. En sus palabras de bienvenida, Gragera Slikker subrayó la trascendencia de este tipo de iniciativas: “Estos eventos no solo sirven para que los invitados puedan saborear y conocer los productos certificados bajo los sellos de las DOPs e IGPs, sino para descubrirles una cultura y una pasión que son las que nos unen como región”. Con esta declaración, se puso de manifiesto que la gastronomía extremeña es un reflejo de su identidad y su gente.

El momento cumbre de la jornada fue, sin duda, el almuerzo, una experiencia culinaria diseñada expresamente para la ocasión por el chef Rubén Hornero, del reconocido restaurante Abadía de Yuste, situado en el corazón del Valle del Jerte. Hornero, un profundo conocedor y embajador del recetario tradicional extremeño, elaboró una propuesta que no solo destacó la excelencia de los productos de calidad diferenciada de la región, sino también su sorprendente versatilidad en la alta cocina.

Rubén Hornero, chef del restaurante extremeño Abadía de Yuste

La experiencia gastronómica comenzó con una selecta degustación de jamón ibérico de bellota DOP Dehesa de Extremadura, seguido de una variada tabla de quesos de las distintas DOPs extremeñas, realzados con la dulzura de la miel de la DOP Villuercas-Ibores. A partir de ahí, el chef Hornero guió a los comensales por un recorrido sápido a través del paisaje regional en seis elaborados pasos:

Primero, un juego de texturas y contrastes entre frescor y dulzura con un carpaccio de IGP Ternera de Extremadura, aderezado con aceite DOP Aceite de Monterrubio y una vinagreta de miel DOP Miel Villuercas Ibores con crujiente de almendra. Le siguió un tartar de IGP Vaca de Extremadura con crujiente de DOP Queso Ibores, una preparación que rindió homenaje al producto en su estado más puro.

El tercer paso fue una paletilla deshuesada de IGP Cabrito de Extremadura en su propio jugo, regada con aceite DOP Aceite Gata Hurdes y acompañada de una patata con salsa brava de DOP Pimentón de la Vera y un crujiente de DOP Queso de Acehúche, reinterpretando un clásico con maestría. A continuación, se sirvió una intensa caldereta de IGP Cordero de Extremadura, con una reducción de vino tinto y el toque inconfundible del DOP Pimentón de la Vera, dos verdaderos iconos de la región.

La transición hacia el postre la marcó una ligera y equilibrada mousse de DOP Queso de la Serena, adornada con perlas de DOP Aceite Villuercas Ibores. Finalmente, la experiencia dulce llegó con una combinación de untuosidad láctica y la viveza de la fruta: una tarta de queso elaborada con DOP Torta del Casar y mermelada de DOP Cereza del Jerte.

Cada uno de estos platos fue cuidadosamente armonizado con vinos seleccionados de la DOP Ribera del Guadiana. La cata fue dirigida por Carlos Vivas, sumiller campeón de Extremadura y catador oficial de esta denominación de origen, quien ilustró a los asistentes sobre las particularidades de cada caldo y su maridaje preciso con los matices de las carnes, lácteos, aceites y frutas presentados.

Más allá del jamón: la diversidad de los sellos de calidad

La jornada en Madrid sirvió para reforzar una idea que los profesionales del sector gourmet ya conocen bien: la oferta de alta calidad de Extremadura se extiende mucho más allá de su mundialmente famoso jamón ibérico. La región es también cuna de excepcionales aceites de oliva virgen extra, amparados por las DOP Monterrubio, Gata-Hurdes y Villuercas-Ibores-Jara. Sus quesos artesanales, con una personalidad y unas características organolépticas extraordinarias, cuentan con el reconocimiento de las DOP Torta del Casar, Queso de la Serena, Queso Ibores y Queso de Acehúche.

Asimismo, las carnes de razas autóctonas, criadas en extensivo en las dehesas, ostentan las Indicaciones Geográficas Protegidas Cabrito de Extremadura, Cordero de Extremadura (CORDEREX), Ternera de Extremadura y la más reciente, Vaca de Extremadura. La dulzura y calidad suprema de las cerezas del Valle del Jerte (DOP Cereza del Jerte), el sabor y color únicos del pimentón (DOP Pimentón de la Vera), la pureza de la miel (DOP Villuercas-Ibores) y la marcada identidad de los vinos de la DOP Ribera del Guadiana completan este mosaico de excelencia.