Viajar dentro del país vuelve a ganar terreno. Las previsiones para 2026 apuntan a un claro giro hacia lo cercano y conocido, con España consolidándose como el destino preferido por los viajeros españoles. Así lo reflejan los últimos datos de Kiwi.com, empresa especializada en tecnología de viajes, que sitúan a los vuelos domésticos en lo más alto del ranking de reservas de cara al próximo año.
La tendencia no es completamente nueva. Ya durante la pasada temporada navideña, España encabezó las preferencias de viaje, y todo indica que ese comportamiento se mantendrá, e incluso se intensificará, en 2026. La combinación de buena conectividad aérea, diversidad de destinos y una percepción de mayor control del gasto parece estar detrás de esta elección mayoritaria.
Más allá de Madrid y Barcelona
Aunque Madrid y Barcelona continúan siendo los grandes nodos de movilidad dentro del país, los datos muestran un crecimiento especialmente significativo en otros destinos. Sevilla, Palma de Mallorca y Lanzarote destacan como los destinos que más están creciendo en número de reservas para 2026, llegando a cuadruplicar los datos registrados en el mismo periodo de 2025.
Este aumento apunta a un interés renovado por destinos que combinan clima, patrimonio, gastronomía y ocio, y que permiten escapadas relativamente cortas sin renunciar a una experiencia completa. Islas y ciudades del sur refuerzan así su posición como alternativas sólidas frente a los viajes internacionales más largos.
Europa sigue atrayendo, con nuevas preferencias
Fuera de España, Italia, Reino Unido, Marruecos y Hungría encabezan la lista de destinos internacionales con mayor demanda para 2026. Italia mantiene su tradicional atractivo entre los viajeros españoles, con un incremento del 156 % en reservas respecto al año anterior.
Especialmente llamativo es el caso de Budapest, que empezó a despuntar ya durante las últimas Navidades y que para 2026 registra un aumento del 98 % frente a 2025. A este interés se suma Polonia, con un crecimiento del 133 %, lo que confirma una atención creciente hacia los países de Europa central y oriental, percibidos como destinos culturales, accesibles y todavía relativamente poco masificados.
Larga distancia: Asia resiste, pero con matices
En el top 10 de destinos internacionales aparecen también dos opciones de larga distancia. Tailandia continúa al alza, con un aumento del 40 % en las reservas, consolidando su posición como uno de los grandes clásicos asiáticos para el viajero español.
Filipinas, por su parte, se mantiene en posiciones destacadas, aunque experimenta un descenso del 23 %, lo que podría estar relacionado con factores de precio, conectividad o una rotación natural de intereses hacia otros destinos emergentes.
Más viajeros, más reservas y billetes más baratos
El balance general es claramente positivo para el sector. Según Kiwi.com, tomando como referencia las reservas realizadas hasta el 21 de noviembre de 2025 para viajar en 2026, se ha registrado un aumento del 82 % en número de pasajeros y un 89 % más de reservas respecto al mismo periodo del año anterior.
A esto se suma una noticia especialmente relevante para los viajeros: el precio medio del billete baja un 11,5 % respecto a 2025, situándose en una media de 131 euros. La mayor reducción se observa en los viajes de media distancia, con una bajada del 9 %, favorecida por una mayor competencia y oferta entre aerolíneas.
Los datos también revelan una evolución en la forma de planificar los viajes. En 2026, las estancias serán ligeramente más cortas, con una media de cuatro días frente a los cinco de 2025. La antelación en la reserva también se reduce, pasando de 138 días a 128, lo que apunta a una mayor flexibilidad y espontaneidad a la hora de viajar.
En cuanto a las fechas con mayor concentración de desplazamientos, destacan la semana del 5 de enero, coincidiendo con Reyes, la del 19 de enero y la del 9 de febrero. También se observa un pico relevante en la semana del 27 de abril, impulsado por el festivo del 1 de mayo.
El panorama que dibujan las previsiones de Kiwi.com para 2026 combina varios factores clave: más viajeros, precios más competitivos y un interés renovado por destinos nacionales y europeos. Un escenario que refuerza el peso del viaje como parte esencial del ocio, pero también como una experiencia cada vez más flexible, adaptada a nuevas prioridades y a un calendario menos rígido.
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