La provincia de Castellón, a menudo considerada la gran desconocida del Mediterráneo, alberga una colección de paisajes que transitan desde calas vírgenes y playas de arena fina hasta majestuosas cimas montañosas y pueblos que conservan intacta su alma medieval.
En este reportaje te invitamos a una exploración pausada de su geografía y su cultura, destacando siete puntos de interés perfectos para una escapada en Castellón. Seguro que encuentras tu opción favorita.
Peñíscola: La fortaleza marítima del Papa Luna

Comenzamos el itinerario en la costa norte, con Peñíscola. Su figura se define por la presencia monumental del Castillo del Papa Luna, una robusta fortaleza de origen templario que se yergue sobre un tómbolo rocoso, conectada al continente por un estrecho istmo de arena. Este castillo, sede pontificia durante el Cisma de Occidente, tiene una historia tan interesante que es mejor que la descubras allí.
El casco antiguo, un laberinto de calles estrechas y encaladas, invita a relajarse y perderse entre sus pequeñas tiendas de artesanía y algunos miradores inesperados.
Justo al pie del promontorio rocoso donde se asienta el castillo se extiende la Playa Norte, la más extensa y popular de la localidad. Sus más de cinco kilómetros de arena fina y dorada son famosos por ofrecer una de las postales más fotografiadas de Castellón: el majestuoso castillo medieval emergiendo sobre el mar Mediterráneo. Al otro lado del istmo, se encuentra la Playa Sur, más pequeña, recogida y resguardada, ideal para quienes buscan aguas más tranquilas junto al puerto.
Morella: Uno de los pueblos más bonitos de España

El contraste paisajístico es inmediato al adentrarnos en el interior. Morella, situada en la comarca de Els Ports, se presenta como una estampa medieval perfectamente conservada, protegida por un impresionante perímetro amurallado de más de dos kilómetros. La imagen del pueblo, coronado por su imponente castillo y rodeado de montañas, es de una belleza impresionante.
El acceso al castillo, que requiere un pequeño esfuerzo, se ve recompensado con una lección de historia militar y unas vistas que abarcan kilómetros de la agreste geografía interior de Castellón. En el centro del núcleo urbano, la Basílica Arciprestal de Santa María la Mayor deslumbra con su coro elevado y su escalera helicoidal de acceso, una obra maestra del gótico levantino. La gastronomía de Morella, centrada en la carne de caza, los embutidos artesanales y, de forma notable, la trufa negra, refleja la contundencia de la cocina de montaña. No hay que irse sin probar los flaons, un dulce local relleno de requesón y almendra.
Coves de Sant Josep (La Vall d'Uixó): Navegando hacia el centro de la Tierra

Avanzando hacia el sur de la provincia, encontramos una joya geológica que ofrece una perspectiva totalmente diferente de Castellón. En La Vall d'Uixó se localiza el río subterráneo navegable más largo de Europa, las Coves de Sant Josep.
Esta cavidad natural, modelada a lo largo de millones de años, permite al visitante realizar un recorrido en barca a través de sus galerías, un tramo que se realiza en silencio para apreciar la magnitud y la acústica del entorno. Las formaciones de estalactitas, estalagmitas y columnas, realzadas por una cuidada iluminación, crean un paisaje onírico bajo tierra. El paseo es tranquilo y reparador. La temperatura interior se mantiene constante, alrededor de los 20 grados centígrados. Así que resulta un plan refrescante, incluso en pleno verano.
Castellón de la Plana: Arte, historia y gastronomía

La capital provincial, Castellón de la Plana, merece un capítulo aparte como punto de encuentro entre el pasado histórico y la vitalidad cultural mediterránea. El corazón de la ciudad late en la Plaza Mayor, presidida por la Concatedral de Santa María y El Fadrí. Este campanario exento, un mirador privilegiado, simboliza la independencia y el carácter de sus habitantes.
La zona central se complementa con el Mercado Central, un edificio que condensa la riqueza de la huerta y el mar. Más allá del centro, el distrito marítimo, el Grao de Castellón, es el portal hacia el Mediterráneo. Aquí, la vida gira en torno al puerto pesquero y deportivo, ofreciendo la oportunidad de degustar platos icónicos de la cocina marinera, como el suquet de peix o el arròs a banda.
La ciudad también alberga el Museo de Bellas Artes (MUBAC), una moderna instalación que expone una colección significativa de arte valenciano. Castellón de la Plana es una ciudad que se descubre sin prisa, sin el agobio de los grandes núcleos turísticos de la costa española. Descubre qué ver en Castellón de la Plana y te sorprenderás
Sierra de Irta: El litoral más salvaje

La Sierra de Irta representa una rareza en la costa mediterránea española: un parque natural que protege uno de los últimos litorales vírgenes de la Comunitat Valenciana. Este macizo montañoso cae directamente al mar entre los términos municipales de Peñíscola y Alcossebre, creando un paisaje de acantilados, calas rocosas y pequeñas playas de guijarros que contrastan con las grandes extensiones de arena.
La ausencia de edificaciones a lo largo de sus 15 kilómetros de costa ofrece una sensación de aislamiento y contacto directo con la naturaleza. Los senderos que la recorren permiten descubrir fortificaciones históricas, como las ruinas del Castillo de Xivert. Para los amantes del senderismo y el buceo, Irta es un santuario.
Vilafamés: Arte moderno envuelto del pasado

Vilafamés, en la comarca de la Plana Alta, es un municipio que ha sabido fusionar su pasado histórico con una sorprendente vocación artística. El pueblo, encaramado en una colina, está dominado por un castillo de origen árabe y presenta una arquitectura tradicional muy característica.
Lo que distingue a Vilafamés es su Museo de Arte Contemporáneo (MACVAC), ubicado en el Palau del Batlle, que alberga una colección notable de arte moderno y contemporáneo en un entorno histórico. Esta mezcla inusual de tradición y vanguardia confiere a la localidad un carácter intelectual y bohemio muy atractivo. Además, en el centro del pueblo se encuentra la Roca Grossa, una formación pétrea de proporciones notables que se apoya en la ladera y se ha convertido en un emblema local.
Montanejos: La salud nace del agua

Cerramos el circuito volviendo a la naturaleza, pero esta vez a las aguas de interior. Montanejos, ubicado en la comarca de El Alto Mijares, es famoso por su balneario y, sobre todo, por la Fuente de los Baños.
La particularidad de estas aguas radica en su manantial, que mantiene una temperatura constante y agradable de unos 25 grados centígrados, lo que, según la tradición, las hace idóneas para el baño durante todo el año y les confiere propiedades mineromedicinales. El paraje natural que rodea la zona, con paredes de roca talladas por el cañón del río, es ideal para actividades como el rafting o el senderismo.

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