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Hay lugares que forman parte de nuestra historia y pasan desapercibidos por la mayoría de la gente. Sitios que, tal y como a veces se descuida el patrimonio arquitectónico civil, religioso o industrial, terminan formando parte de la Lista Roja del Patrimonio de la asociación Hispania Nostra sin que parezca que las administraciones públicas adopten siempre las medidas que son necesarias para salvaguardarlos o recuperarlos.

Y, mientras tanto, nosotros continuamos recorriendo senderos para encontrarlos y poder visitarlos. Porque, pese a todo, todavía mantienen parte de su encanto, por más que algunos se encuentren en ruinas. Tal es el caso del molino de Concepción Arenal, un ejemplo de arquitectura tradicional ligado a una de nuestras escritoras más ilustres de nuestro país, el cual tal vez ni siquiera conozcas. Esta es su historia.

Molinos en la provincia de León

Molino en Portilla de la Reina
Fuente: Flickr/Miguel Ángel García CC BY 2.0

En la localidad de Villamartín de Don Sancho, situada a unos 53 kilómetros de la ciudad de León, en la la llanura Tierra de Cea y en la zona de Sahagún, dentro de la comunidad autónoma de Castilla y León, se alzan los restos de un antiguo molino harinero del siglo XVIII, ejemplo de la arquitectura industrial típica de la zona.

Y es que a caballo entre el siglo XIX y el siglo XX, en León se contabilizaban más de 2000 molinos de este tipo, aunque durante la siguiente centuria muchos de ellos fueron desapareciendo. Se calcula que llegaron a perderse más de 1300 construcciones tradicionales de este tipo. De hecho, de todos ellos, tal y como se contabilizó en un estudio elaborado por la Universidad de Valladolid, solo se conservan alrededor de 700, la mayoría de los cuales no están en uso. Así que mientras son muchos los que antiguos molinos que se encuentran a día de hoy en ruinas, otros han sido adaptados como alojamientos o transformados en casas de turismo rural.

Pero entonces, ¿qué es lo que hace tan especial a este molino harinero de Villamartín de Don Sancho  que nos ocupa? Pues que este elemento de nuestro patrimonio etnográfico posee una singularidad única: era el molino de Concepción Arenal (1820-1893).

Molino de Concepción Arenal

Molino de Concepción Arenal
Fuente: listarojapatrimonio.org

Todavía se conserva la escritura, de fecha 3 de agosto de 1879, en la que la abogada, escritora y periodista ferrolana, que tanto luchó por los derechos de la mujer y por la mejora de la vida en las cárceles, vendía este molino harinero a Salvador Váquez, un molinero de la localidad de Villamartín de Don Sancho. Fue Fernando García, hijo de Concepción Arenal, el que intervino en esta compraventa como apoderado de su señora madre. Ella contaba por aquel entonces con 59 años.

El molino pasó a ser propiedad de la penalista tras haberlo heredado. El propietario era su padre, Ángel del Arenal y La Cuesta (1790-1828), un militar cántabro nacido en Armaño (Santander) que intervino durante la Guerra de la Independencia en lugares como Asturias, Santander, Burgos y Vitoria, y que fue ascendido a teniente coronel tras la contienda. Posteriormente se le destinó a la ciudad de Ferrol, en la provincia de A Coruña (Galicia), donde se casó con Concepción Ponte Tenreiro. De este matrimonio nació en la ciudad departamental Concepción Arenal el 31 de enero de 1820, en la que pasó sus primeros años de vida.

Ángel del Arenal y La Cuesta falleció a los 39 años, en el año 1828, y una docena de años después falleció su esposa. Concepción Arenal, entre otros bienes, heredó el molino de Villamartín de Don Sancho, que vendió años después dando poder a su hijo para intervenir en su nombre en el acto de compraventa.

La escritora también pasó parte de su infancia en este lugar de la provincia de León, aunque se desconoce con exactitud cuánto. El edificio del molino, de una sola planta, estaba distribuido en dormitorio, cocina, panera, cuadra y otras estancias en alrededor de 234 metros cuadrados de superficie, además de contar con una huerta y una finca anexas.

Villamartín de Don Sancho

Villamartín de Don Sancho
Fuente: Wikipedia/Uhanu CC BY-SA 3.0

En la actualidad, el que fue el molino familiar de Concepción Arenal es de propiedad privada y se encuentra en estado ruinoso, con los restos de la edificación cubiertos en gran parte por la maleza. Puedes conocer sobre su historia y sobre el patrimonio etnográfico de la zona en el Museo Etnográfico de Villamartín de Don Sancho (Calle la Empinada, 7, 24344 Villamartín de Don Sancho, León) donde se exponen útiles y aperos de ganadería, así como de agricultura y del hogar, aperos de pesca, artículos de artesanía, muestras de cerámica y fotografías antiguas, entre muchos otros objetos. La colección expuesta suma en torno a las 450 piezas.

Aprovecha también para recorrer esta pequeña villa, ubicada cerca del río Cea, la cual todavía conserva el nombre de quien fue su propietario durante la época medieval. En ella podrás contemplar sus típicas construcciones de adobe, la iglesia del Dulce Nombre de María y el edificio del antiguo ayuntamiento, además de un par de molinos hidráulicos.

Junto al río podrás encontrar los dos molinos: el Molino de Abajo, que todavía está en funcionamiento, aunque desde 1985 apenas se usa, y el Molino de Arriba, que funcionó hasta la década de los sesenta del siglo XX para quedar luego en desuso y terminar en ruinas. Es el molino de Concepción Arenal el que se localiza aguas arriba de la villa, situado en el margen izquierdo del río Cea.

Para llegar hasta él has de salir del centro del pueblo por la carretera LE-6620 y a unos 400 metros tomar el giro a la derecha que conduce hasta el río, zona en la que se encuentran las ruinas del molino harinero.

Debido a su estado ruinoso el antiguo molino fue incluido en fecha de 17 de noviembre del 2014 en la Lista Roja del Patrimonio de la asociación Hispania Nostra, una asociación sin ánimo de lucro, constituida en 1976, cuya finalidad es la conservación de nuestro patrimonio, a través de diversos actos y actividades, como conferencias, ciclos temáticos, cursos, seminarios, publicaciones y la defensa de los bienes naturales y culturales a través de la Lista Roja.