Si te dicen que existe una comarca en la que puedes disfrutar de paisajes increíbles, pueblos con historia y una gastronomía con personalidad en apenas unos kilómetros seguro que respondes: "ya... otra vez".

Pero lo del Somontano de Barbastro no es un tópico turístico ni una exageración marketiniana. Sigue leyendo y te aseguramos que, cuando termines, apuntarás esta comarca en la lista de tus próximos viajes.

Descubriendo el Somontano de Barbastro

Cañón del río Vero y Alquézar - Depositphotos

Entramos en esta comarca desde el sur, desde los Monegros, porque el Somontano, aun siendo una comarca relativamente pequeña en comparación con otras aragonesas, está formada por dos regiones biogeográficas distintas, la alpina al norte y la mediterránea al sur, y con hasta tres áreas diferentes desde un punto de vista agroclimático y orográfico.

Y la primera de ellas, dominada por localidades como Peralta de Alcofea, Laluenga o Torres de Alcanadre es el Somontano Monegrino porque todavía aquí se aprecia la presencia de las llanuras esteparias de los Monegros.

La zona conocida como los Yesos de Barbastro, formada por yesos del Oligoceno, margas y areniscas plegadas en forma de anticlinal, puede recorrerse en esta ruta a pie de poco más de 4 kilómetros.

Y si quieres disfrutar una "muela" (una meseta a menudo recortada por ramblas que forman desfiladeros y gargantas), recorre la Muela de Terreu entre los ríos Alcanadre y Cinca, entre las localidades de El Tormillo e Ilche.

Barbastro, la capital

Iglesia de San Francisco de Barbastro - Depositphotos

Tras este aperitivo estepario al sur del Somontano, es hora de nuestra primera visita cultural recorriendo la capital de la comarca, Barbastro, de los 29 municipios que la forman, con mucho, el más poblado con sus más de 17.500 habitantes.

Y no nos andamos por las ramas porque el Somontano es una comarca que a todo amante del vino le suena: en el Conjunto de San Julián y Santa Lucía, al sureste de la localidad, encontrarás el Espacio del Vino del consejo regulador de la Denominación de Origen Somontano donde te podrás informar también sobre todas las experiencias relacionadas con su Ruta del Vino.

Vanguardista diseño de la Bodega Sommos, cerca de Barbastro - Depositphotos

La catedral de Nuestra Señora de la Asunción es parada obligada, un proyecto ciudadano que se ejecutó en el XVI sobre una mezquita: un templo de transición entre el gótico y el renacimiento que incluye el Museo Diocesano Barbastro-Monzón.

Y te aconsejamos también que cruces el río Vero por la plaza de la Diputación en dirección a la iglesia de San Francisco donde tendrás una de las mejores postales de Barbastro.

Y no nos podemos olvidar del Monasterio de El Pueyo, a tres kilómetros al este de Barbastro, un enclave de leyenda con casi diez siglos de historia: también, uno de los mejores miradores de la comarca.

El Santuario de Torreciudad

Santuario de Torreciudad y el embalse de El Grado - Depositphotos

Antes de continuar camino hacia el norte de la comarca, hacia ese paisaje del prepirineo oscense, una pasada por uno de los enclaves más singulares del Somontano, en la frontera con La Ribagorza: el embalse de El Grado.

Ya os hablamos de este lugar cuando recorrimos el Cinca, pero merece la pena volver para disfrutar de este entorno y de su Santuario de Torreciudad que ya se ubica en la comarca vecina.

Y es que este edificio religioso tiene la particularidad de haber sido construido hace menos de 50 años para venerar, no obstante, una imagen milenaria de la Virgen de Torreciudad.

Para habilitar un espacio de culto más amplio que la ermita original para acoger a las peregrinaciones que llegaban al lugar, se decidió edificar este templo con unas apabullantes vistas al embalse.

Alquézar

Alquézar - Depositphotos

A menos de media hora al norte de Barbastro, llegamos a Alquézar, el pueblo más célebre de la comarca. Se ubica en el último tramo del cañón del río Vero, río que ya cruzamos antes en Barbastro.

El nombre del pueblo no engaña: su pasado musulmán ha configurado el casco histórico, un al-qasr que cayó bajo dominio cristiano a mediados del XI y que será transformado en el XVI en una imponente colegiata tardogótica en la que destaca el claustro en el que perviven partes de la fábrica románica de la primera iglesia cristiana.

Claustro de la Colegiata de Alquézar - Depositphotos

Pero si quieres disfrutar de este emblema alquezrano desde la distancia, acércate al mirador Sonrisa del Viento a la entrada del pueblo, pasando el parking público.

Y entre las calles de Alquézar no puedes dejar de pasear por Pedro Arnal Cavero, antigua Calle Mayor, uno de los tres ejes vertebrales del pueblo y una de esas calles que enamoran por su perfil medieval, conservando, en este caso, varios "callizos", pasos cubiertos sobre las propias calles.

Las Pasarelas de Alquézar y el cañón del Río Vero

Pasarelas de Alquézar - Depositphotos

Pero la popularidad de Alquézar no se debe solo a su atractivo cultural y a su milenaria historia, sino también a su ubicación geográfica en pleno cañón del río Vero, este afluente del Cinca que define buena parte de la comarca y en torno al que también se ha formado un parque cultural que reconoce esta combinación única de patrimonio cultural y natural.

El tramo alto del Vero, entre Lecina y Alquézar, está definido por una serie de cañones que puedes disfrutar en varias rutas, siendo la mejor habilitada la de las Pasarelas, incluyendo escalinatas de madera y pasarelas colgantes: son apenas dos kilómetros con un desnivel de 160 metros, para todos los públicos.

Pero si quieres algo más exigente para profundizar en el cañón, te recomendamos el descenso al río Vero de ocho kilómetros que empieza en la presa cercana al Molino de Lecina y termina en Alquézar, un aperitivo de los deportes extremos que puedes disfrutar en el norte del Somontano, ya en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.

Bierge

Salto de Bierge - Turismo Somontano

Vamos ya enfilando el prepirineo oscense poniendo rumbo al noroeste del Somontano donde hacemos primera parada en Bierge, uno de los municipios más extensos de la comarca, incluyendo casi una decena de localidades.

Cuando llega el buen tiempo, Bierge es tierra prometida de los fanáticos de las piscinas de interior porque aquí se encuentra el Salto de Bierge con su famosa cascada.

Por cierto, este punto es también el final (o principio) de la ruta más famosa de la comarca, el Camino Natural del Somontano de unos 50 kilómetros de recorrido que arranca desde Alquézar, pasa por localidades como Asque, Colungo o las Almunias de Rodellar para terminar en Bierge.

Y si eres aficionado a las vías ferratas, este municipio también colmará tus expectativas con la ruta de Peñas Juntas, al sur de Bierge: una serie de pozas flanqueadas por paredes que dominan el curso del río Isuala.

El valle de Rodellar

Rodellar - Depositphotos

Y terminamos nuestro recorrido por el Somontano de Barbastro en el extremo norte de la comarca, en torno al valle de Rodellar que forma parte del municipio de Bierge, uno de los emblemas del barranquismo y la escala deportiva a nivel nacional.

Y es que estamos en plena Sierra de Guara, a las puertas del parque natural homónimo, entorno que presume de ser la cuna del barranquismo en Europa, incluyendo 60 cañones deportivos.

Dominando por la presencia del Tozal de Guara de más de 2000 metros de altura y del río Alcanadre, principal responsable de generar estos relieves tan singulares, en el valle del Rodellar encontramos emblemas naturales como el Gorgas Negras, el Huevo de Morrano o el cañón del Mascún.

Escalada en el valle de Rodellar - Depositphotos

Este último es uno de los rincones más fotografiados de la comarca por la presencia de dos espectaculares arcos naturales que se han convertido en lugar de peregrinaje para los aficionados a la escalada.

Y ya que estamos aquí, una última parada en el pueblo que lleva el nombre del valle, con sus apenas 50 habitantes, ubicado al borde del río Mascún, justo antes de que vierta sus aguas al Alcanadre, un poco más al sur: un pueblo rodeado de abismos que confirma que el Somontano es uno de los tesoros culturales y naturales mejor guardados de Aragón.