Uno de los efectos de la globalización es el intercambio de costumbres. Viajamos más y cada vez nos sorprendemos menos de los hábitos de los ciudadanos de otros países. Pese a ello, en España todavía resisten costumbres españolas que definen nuestro carácter y nos diferencian de los demás. Son esos hábitos, a menudo convertidos en tópicos, los que sorprenden a muchos turistas llegados a este país.
1Los horarios comerciales
Parar para comer es una costumbre muy española. En buena parte del mundo la comida es más bien un almuerzo que se toma sin mesa y mantel: es común ver a muchas personas comiendo en su mesa de trabajo, por la calle o en el transporte público. Pero en España nos gusta relajarnos un poco a la hora de la comida.
Pese a que en las ciudades más grandes y/o turísticas los comercios ya permanecen abiertos en horario ininterrumpido para adaptarse al vertiginoso ritmo de vida de los consumidores, todavía hay muchas zonas de España que bajan la persiana de 3 a 5 de la tarde para comer… y lo que viene después.