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Una de las rías más bellas de Galicia es la que conforman Muros y Noia, donde desemboca el río Tambre. Denominada también A Ría da Estrela, en toda su extensión encontrarás desde pueblos pesqueros y lagunas de leyenda hasta inmensas playas, espacios naturales protegidos, patrimonio arqueológico excepcional y una gastronomía excelente.

Si a todo ello le sumas la hospitalidad y afabilidad de las gentes de esta tierra, este constituye uno de esos paraísos gallegos que no puedes perderte. Descubre la cultura marinera en la ría de Muros-Noia. Seguro que se convierte en uno de tus destinos favoritos.

Qué ver en la ría de Muros-Noia

Monte Louro

Monte Louro
Monte Louro

La ría de Muros-Noia se extiende a través de 400 kilómetros cuadrados entre la belleza salvaje de A Costa da Morte y las famosas Rías Baixas. Uno de los primeros lugares que te impresionará en su área costera, y desde donde podrás contemplar la majestuosidad de este territorio, es el Monte Louro. Se alza justo a la entrada de la ría y alcanza los 241 metros de altitud sobre el nivel del mar. Todo a su alrededor es de una belleza incomparable, con rutas de senderismo que te aconsejamos recorrer.

Y es que a los pies del Monte Louro se encuentran las playas de Ancoradoiro y de Area Maior y, separada de esta por un valioso sistema dunar, la laguna de As Xarfas. Quienes gustan de arenales vírgenes, deportes naúticos, observación de aves y recorridos en plena naturaleza se entusiasmarán con este lugar en el que es muy fácil contemplar garzas, frailecillos, ánades, anfibios, nutrias y lagartos. En el entorno también encontrarás otras playas más pequeñas y recogidas para todos los gustos.

Villa marinera de Muros

Muros
Muros

A poco más de 6 kilómetros del Monte Louro se localiza la villa marinera de Muros. Te recomendamos seguir la carretera de la costa entre ambos puntos, donde podrás descubrir las bonitas playas que se suceden por ella y detenerte en miradores como el Miradoiro de Seixido, el Miradoiro de Vouga, el Miradoiro da Cova o el Miradoiro de Rebordiño, hasta llegar al faro y adentrarte a continuación en Muros.

Esta villa medieval tiene su origen en el siglo X y siempre estuvo vinculada a la pesca y al marisqueo. De hecho, ya en el siglo XIX se instalaron en la zona importantes fábricas de salazón. Sin duda, es una de las más bonitas de Galicia y en su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, todavía se conservan sus viviendas marineras tradicionales con sus balcones de hierro forjado, las casas nobles, los grandes soportales, sus callejones que desembocan en el puerto y las muestras de arquitectura tradicional que hacen que callejear por el pueblo sea una delicia.

Entre los monumentos más destacados se halla la antigua colegiata de Santa María del Campo, el gótico Santuario de la Virgen del Camino y el molino de mareas a la entrada de la localidad: el Molino do Pozo de Cachón. No dejes de recorrer todo el paseo marítimo que se extiende junto a la playa y el puerto y acercarte a vivir una jornada marinera a la lonja y ver la descarga de las capturas de los barcos pesqueros.

Por lo que respecta a las fábricas de salazón, puedes visitar la Fábrica de Sel, que se ubica en la misma entrada del casco urbano para terminar de empaparte de toda la esencia marinera de la villa.

Ponte Nafonso

Ponte Nafonso
Ponte Nafonso

Otra de las villas históricas imprescindibles de A Ría da Estrela, y ligada asimismo con la cultura marinera, es Noia. Si sales de Muros por la AC-550 rumbo a esta localidad, en la otra orilla del estuario del Tambre, encontrarás primero otro de los monumentos históricos más destacados de la zona: el Ponte Nafonso, entre los ayuntamientos de Outes y Noia, un puente medieval con unos 270 metros de longitud.

Cuando llegues a Noia te sorprenderán sus plazas, sus templos, sus callejuelas y el increíble Museo das Laudas Gremiais, en donde se conservan las lápidas medievales con los símbolos de zapateros, marineros y distintos gremios a los que pertenecían sus habitantes. Un consejo: no te marches de la villa sin probar la famosa empanada de maíz de xoubas y berberechos.

Después de Noia, en el municipio de Lousame, no puedes perderte un hermoso espacio natural: el alcornocal de San Lourenzo, escenario de una popular romería que se celebra cada 10 de agosto. En Lousame también se encuentra O Confurco, un afloramiento granítico que constituye otro de esos paisajes increíbles que atesora Galicia y desde donde puedes contemplar toda la ría de Arousa.

Porto do Son

Porto do Son

En Porto do Son se suceden estupendas playas, no en vano es conocida como la localidad con más playas de Galicia. En unos 25 kilómetros de costa el municipio atesora una veintena de arenales vírgenes o urbanos para todos los gustos, en los que es posible pasear, practicar surf y windsurf o disfrutar de una completa jornada playera. Entre todas ellas destacan la playa de Aguieira, la de mayor extensión del municipio, la playa de Queiruga y la playa de As Furnas, próxima a las lagunas de Xuño y Muro.

Para seguir descubriendo la cultura marinera de la ría, te sugerimos que te detengas en el puerto de Porto do Son. A escasos metros se localiza el Museo Marea, donde se exponen objetos y material diverso relacionados con el mar y sus gentes, como redes y útiles de pesca, instrumentos náuticos, maquetas de embarcaciones y muestras de cartografía marina, entre otros.

Castro de Baroña

Castro de Baroña
Castro de Baroña

Entre los numerosos castros que forman parte del patrimonio arqueológico gallego, uno de ellos se encuentra precisamente en Porto do Son. Nos referimos al castro de Baroña, uno de los más bonitos de toda la comunidad. Se trata de un castro costero, erigido en una península que se adentra en el mar junto a una larga playa: Area Longa. Estuvo habitado entre el siglo I a.C. y el siglo I d. C., y se distinguen sin dificultad sus fosos y sus más de 30 construcciones, en su mayoría circulares.

Quienes aquí vivían lo hacían ya ligados al mar, puesto que se alimentaban, sobre todo, de pescados y mariscos, tal y como atestiguan las numerosas naos de pesca y herramientas que se encontraron durante las excavaciones arqueológicas. El castro de Baroña está catalogado como Bien de Interés Cultural y forma parte del Patrimonio Artístico Nacional y constituye una de las numerosas maravillas de la ría de Muros-Noia si te animas a descubrirla.