Durante las vacaciones, la habitación del hotel es nuestro refugio y el santuario del descanso tras las largas y agotadoras jornadas de turisteo. Aunque algunas lucen una decoración bonita y confortable y ofrecen un catálogo de servicios sumamente completo, lo cierto es que no son nuestra casa. Y tampoco están tan limpias como creemos, a pesar de que el personal de limpieza pasa todos los días.
La razón estriba que por nuestra habitación han pasado con anterioridad decenas e incluso cientos de personas, y todas han dejado microorganismos, gérmenes y bacterias que pueden hacer su agosto con nosotros y arruinarnos el viaje. No obstante, dichas bacterias tienen sus preferencias a la hora de habitar. Veamos cuáles son los cinco objetos menos higiénicos de un hotel.
3Cubrecamas y colchas

Después de una larga jornada de visitas y caminatas, no hay cosa más placentera que llegar a la habitación del hotel y tirarnos encima de la cama, sobre el cobertor o la colcha. Pero ¿te has detenido a pensar cuántas personas han opinado igual que tú antes y han seguido el mismo ritual? Efectivamente, muchas. Si a esto le añadimos que los cubrecamas no se limpian con la frecuencia que creemos, nos encontramos con que estas prendas de cama son todo un foco de bacterias.