España va camino de sumar 600 centros comerciales en toda su geografía, un número que ha ido creciendo en los últimos años a pesar de las diferentes crisis. Y es que las catedrales de consumo se han convertido en habituales tanto en el paisaje urbano como en el extrarradio de las ciudades.
Si bien el origen de estos centros puede retrotraerse a los antiguos mercados de abastos, el precedente más directo se halla en las galerías comerciales, largos pasajes de cubiertas acristaladas y profusamente decorados que surgieron en la segunda mitad del XIX: espacios lujosos y elitistas que, al contrario que nuestros democráticos centros comerciales, se enfocaban a una minoría adinerada.
En plena eclosión de estilos arquitectónicos revivalistas, surgen galerías modernistas como la de Vittorio Emanuele II en Milán o las Galeries Royales Saint-Hubert de Bruselas, tendencia que no tardará en llegar a nuestro país. A continuación, seleccionamos 4 galerías modernistas que todavía puedes visitar en España.
1Pasaje del Ciclón (Zaragoza)

El glamur del París decimonónico a un paso de la Plaza del Pilar de Zaragoza. El Pasaje del Ciclón es una de las primeras galerías modernistas abiertas en España ya que fue construida entre 1882 y 1883. Unos años antes se había realizado la reforma de la Plaza del Pilar, así como la apertura de la calle de Alfonso I, lo que supuso la demolición de una serie de manzanas en la zona.
El solar resultante era propiedad del marqués de Ayerbe que propuso la realización de una galería comercial al estilo de los célebres pasajes parisinos. Fernando de Yarza es el encargado de llevar a cabo el proyecto inspirándose tanto en las corrientes modernistas como en el revival clásico que se vivía en la capital francesa, muy al gusto también de la burguesía española.
La galería se concibió como un doble pasaje que se cruza en el centro de la manzana teniendo por lo tanto cuatro entradas: la calle Santiago, Alfonso I, la plaza de la actual Delegación del Gobierno y la propia Plaza del Pilar.
Lo más sobresaliente del Pasaje del Ciclón a nivel decorativo lo encontramos en las trazas geométricas y florales del techo, así como en las falsas columnas neoclásicas de las paredes, buena parte de las cuales fueron restauradas en 2008 tras muchos años de abandono.